CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAR 2008 (VIS).-Después de rezar el Ángelus, Benedicto XVI lanzó un nuevo llamamiento por la liberación del arzobispo Paulos Faraj Rahho, arzobispo de Mosul de los Caldeos (Irak), secuestrado el pasado viernes.
"Me uno al llamamiento del patriarca, el cardenal Emmanuel III Delly y de sus colaboradores -dijo- para que el querido prelado, que además se encuentra en precarias condiciones de salud, sea liberado con prontitud. Rezo al mismo tiempo por las almas de los tres jóvenes asesinados que se encontraban con él durante el secuestro. Expreso mi cercanía a toda la Iglesia de Irak y en particular a la Iglesia caldea, una vez más heridas en lo más vivo, mientras pido a los pastores y a los fieles que sean fuertes y firmes en la esperanza. ¡Qué se multipliquen los esfuerzos de los responsables del destino del pueblo iraquí para que gracias al compromiso y la sabiduría de todos, encuentre paz y seguridad y no se le niegue el futuro que le pertenece!".
A continuación, el Papa recordó que en estos últimos días "la tensión entre Israel y la franja de Gaza ha llegado a niveles muy graves" .
"Renuevo mi acuciante invitación a las autoridades tanto israelíes como palestinas -afirmó- para que se detenga esta espiral de violencia, unilateralmente, sin condiciones. Sólo demostrando un respeto absoluto por la vida humana, también por la del enemigo, se podrá esperar dar un futuro de paz y convivencia a las jóvenes generaciones de ambos pueblos, que tienen sus raíces en la Tierra Santa. Invito a toda la Iglesia a rezar al Todopoderoso por la paz en la tierra de Jesús y a mostrar solidaridad concreta tanto a la población israelí como a la palestina".
Por último, el Santo Padre se refirió al hallazgo de los cuerpos sin vida de dos hermanos italianos desaparecidos hace más de un año. "Un final muy triste -dijo-, (...) que me ha afectado mucho, como a tantas personas. Quiero aprovechar la ocasión para lanzar un grito en favor de la infancia: ¡Tenemos que ocuparnos de los niños y niñas! Hay que amarlos y ayudarlos a crecer. Se lo digo a los padres, pero también a las instituciones. Pienso, cuando pronuncio estas palabras, en la infancia de todos los lugares del mundo, sobre todo en la más indefensa, explotada y víctima de abusos. Confío cada uno de los pequeños al corazón de Cristo, que dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí".
ANG/IRAK:TIERRA SANTA:INFANCIA/... VIS 20080303 (420)
"Me uno al llamamiento del patriarca, el cardenal Emmanuel III Delly y de sus colaboradores -dijo- para que el querido prelado, que además se encuentra en precarias condiciones de salud, sea liberado con prontitud. Rezo al mismo tiempo por las almas de los tres jóvenes asesinados que se encontraban con él durante el secuestro. Expreso mi cercanía a toda la Iglesia de Irak y en particular a la Iglesia caldea, una vez más heridas en lo más vivo, mientras pido a los pastores y a los fieles que sean fuertes y firmes en la esperanza. ¡Qué se multipliquen los esfuerzos de los responsables del destino del pueblo iraquí para que gracias al compromiso y la sabiduría de todos, encuentre paz y seguridad y no se le niegue el futuro que le pertenece!".
A continuación, el Papa recordó que en estos últimos días "la tensión entre Israel y la franja de Gaza ha llegado a niveles muy graves" .
"Renuevo mi acuciante invitación a las autoridades tanto israelíes como palestinas -afirmó- para que se detenga esta espiral de violencia, unilateralmente, sin condiciones. Sólo demostrando un respeto absoluto por la vida humana, también por la del enemigo, se podrá esperar dar un futuro de paz y convivencia a las jóvenes generaciones de ambos pueblos, que tienen sus raíces en la Tierra Santa. Invito a toda la Iglesia a rezar al Todopoderoso por la paz en la tierra de Jesús y a mostrar solidaridad concreta tanto a la población israelí como a la palestina".
Por último, el Santo Padre se refirió al hallazgo de los cuerpos sin vida de dos hermanos italianos desaparecidos hace más de un año. "Un final muy triste -dijo-, (...) que me ha afectado mucho, como a tantas personas. Quiero aprovechar la ocasión para lanzar un grito en favor de la infancia: ¡Tenemos que ocuparnos de los niños y niñas! Hay que amarlos y ayudarlos a crecer. Se lo digo a los padres, pero también a las instituciones. Pienso, cuando pronuncio estas palabras, en la infancia de todos los lugares del mundo, sobre todo en la más indefensa, explotada y víctima de abusos. Confío cada uno de los pequeños al corazón de Cristo, que dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí".
ANG/IRAK:TIERRA SANTA:INFANCIA/... VIS 20080303 (420)
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