Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

lunes, 15 de septiembre de 2008

CRISTO ROMPE EL AISLAMIENTO QUE CAUSA EL DOLOR

CIUDAD DEL VATICANO, 15 SEP 2008 (VIS).-Esta mañana el Papa se despidió del Ermitage de St. Joseph, donde se alojó durante su estancia en Lourdes y posteriormente se trasladó al Oratorio del Hospital, donde el 3 de junio de 1858 Bernadette recibió la Primera Comunión, cuarta etapa del Camino del Jubileo. El Santo Padre rezó en la capilla delante del Santísimo y pronunció la cuarta y última oración del Camino Jubilar.

  A las, 9,30 el Papa celebró en el exterior de la basílica de Nuestra Señora del Rosario la Santa Misa, en la memoria litúrgica de la Virgen de los Dolores, con los enfermos acudidos a Lourdes.

  En la festividad de hoy, dijo el Papa, "contemplamos a María que comparte la compasión de su Hijo por los pecadores. (...) Se puede decir, como de su Hijo Jesús, que este sufrimiento la ha guiado también a Ella a la perfección para hacerla capaz de asumir la nueva misión espiritual que su Hijo le encomienda poco antes de expirar: convertirse en la Madre de Cristo en sus miembros".

  "María -prosiguió- está hoy en el gozo y la gloria de la Resurrección" y "ama a cada uno de sus hijos, prestando una atención particular a quienes, como su Hijo en la hora de su Pasión, están sumidos en el dolor; los ama simplemente porque son sus hijos, según la voluntad de Cristo en la Cruz".

  "Movidos por la Palabra inspirada de la Escritura, los cristianos han buscado siempre la sonrisa de Nuestra Señora, esa sonrisa que los artistas en la Edad Media han sabido representar y resaltar tan prodigiosamente. Este sonreír de María es para todos; pero se dirige muy especialmente a quienes sufren, para que encuentren en Ella consuelo y sosiego".

  Benedicto XVI recordó que en Lourdes, durante la aparición del miércoles, 3 de marzo de 1858, María da a conocer a Bernadette "primero su sonrisa, como si fuera la puerta de entrada más adecuada para la revelación de su misterio".

  "En la sonrisa que nos dirige la más destacada de todas las criaturas -afirmó- se refleja nuestra dignidad de hijos de Dios, la dignidad que nunca abandona a quienes están enfermos. Esta sonrisa, reflejo verdadero de la ternura de Dios, es fuente de esperanza inquebrantable".

  "Sabemos que, por desgracia, el sufrimiento padecido rompe los equilibrios mejor asentados de una vida, socava los cimientos fuertes de la confianza, llegando incluso a veces a desesperar del sentido y el valor de la vida. Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, sin la ayuda de la gracia divina".

  "Cuando la palabra no sabe ya encontrar vocablos adecuados, es necesaria una presencia amorosa; buscamos entonces no sólo la cercanía de los parientes o de aquellos a quienes nos unen lazos de amistad, sino también la proximidad de los más íntimos por el vínculo de la fe. Y ¿quién más íntimo que Cristo y su Santísima Madre, la Inmaculada? Ellos son, más que nadie, capaces de entendernos y apreciar la dureza de la lucha contra el mal y el sufrimiento".

  "Quisiera decir humildemente a los que sufren y a los que luchan, y están tentados de dar la espalda a la vida: ¡Volveos a María! En la sonrisa de la Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida. También junto a Ella se encuentra la gracia de aceptar sin miedo ni amargura el dejar este mundo, a la hora que Dios quiera".
 
  "Sí, buscar la sonrisa de la Virgen María no es un infantilismo piadoso -explicó el Papa- es la aspiración, dice el salmo 44, de los que son "los más ricos del pueblo". "Los más ricos" se entiende en el orden de la fe, los que tienen mayor madurez espiritual y saben reconocer precisamente su debilidad y su pobreza ante Dios".

  "La sonrisa de María es una fuente de agua viva. (...) De su corazón de creyente y de Madre brota un agua viva que purifica y cura. Al sumergirse en las piscinas de Lourdes ¡cuántos no han descubierto y experimentado la dulce maternidad de la Virgen María, juntándose a Ella para unirse más al Señor!".

  Después, refiriéndose particularmente a los enfermos, el Papa recordó que "Cristo dispensa su salvación mediante los sacramentos y de manera muy especial, a los que sufren enfermedades o tienen una discapacidad, a través de la gracia de la Unción de los Enfermos. Para cada uno, el sufrimiento es siempre un extraño. Su presencia nunca se puede domesticar. Por eso es difícil de soportar y, más difícil aún -como lo han hecho algunos grandes testigos de la santidad de Cristo- acogerlo como ingrediente de nuestra vocación".

  La gracia propia de ese sacramento "consiste en acoger en sí a Cristo médico. Sin embargo, Cristo no es médico al estilo del mundo. Para curarnos, Él no permanece fuera del sufrimiento padecido; lo alivia viniendo a habitar en quien está afectado por la enfermedad, para llevarla consigo y vivirla junto con el enfermo. La presencia de Cristo consigue romper el aislamiento que causa el dolor".

  "Sin la ayuda del Señor, el yugo de la enfermedad y el sufrimiento es cruelmente pesado -subrayó el Santo Padre-. Al recibir la Unción de los Enfermos, no queremos otro yugo que el de Cristo, fortalecidos con la promesa que nos hizo de que su yugo será suave y su carga ligera".

  "El Concilio Vaticano II -dijo el pontífice- presentó a María como la figura en la que se resume todo el misterio de la Iglesia. Su trayectoria personal representa el camino de la Iglesia, invitada a estar completamente atenta a las personas que sufren".

  Por último, el  Papa saludó a todos los que "contribuyen al cuidado de los enfermos con competencia y generosidad" en Lourdes y que "son el brazo de la Iglesia servidora".

  Benedicto XVI concluyó su homilía con un fragmento de la oración a María propuesta para la celebración de este Jubileo:

  "Porque eres la sonrisa de Dios, el reflejo de la luz de Cristo, la morada del Espíritu Santo, porque escogiste a Bernadette en su miseria, porque eres la estrella de la mañana, la puerta del cielo y la primera criatura resucitada. Nuestra Señora de Lourdes, junto con nuestros hermanos y hermanas cuyo cuerpo y corazón están doloridos, te decimos: ruega por nosotros".

  Acabada la homilía el Santo Padre administró el Sacramento de la Unción de Enfermos a diez personas.

  Terminada la celebración eucarística, el Papa se desplazó a las 11,45 al estadio Antoine Béguère, y fue transportado en helicóptero al aeropuerto de Tarbes-Lourdes-Pyrénées, donde llegó a las 12,30.
PV-FRANCIA/MISA ENFERMOS/LOURDES            VIS 20080915 (1110)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © VIS - Vatican Information Service