DUODECIMA CONGREGACION GENERAL

CIUDAD DEL VATICANO, 12 OCT 2009 (VIS).-A las 16,30 de hoy comenzó, en presencia del Papa, la duodécima Congregación General del Sínodo para África, durante la cual continuaron las intervenciones de los padres sinodales. El presidente delegado de turno fue el cardenal Théodore-Adrien Sarr, arzobispo de Dakar (Senegal). Estuvieron presentes en esta sesión 210 padres.

  Ofrecemos a continuación extractos de algunas de las intervenciones en el Aula del Sínodo:

OBISPO TESFASELASSIE MEDHIN, DE ADIGRAT (ETIOPIA). "Pienso que no se ha dedicado suficiente atención a la formación, que es un tema central para la Iglesia en África. (...) Tenemos que asegurar que la formación que impartimos a nuestros futuros sacerdotes y agentes de evangelización les ayude a ser conscientes de los desafíos, a ser ministros seguros de sí, equilibrados y maduros, capaces de resistir y de superar las graves turbulencias del tiempo. (...) Los programas de formación en los seminarios mayores y en las casas de formación religiosas exigen gran atención y una intensa valoración para determinar la calidad y la eficacia en la formación de los miembros de la Iglesia que puedan ser testigos auténticos de la reconciliación, de la justicia y de la paz. (...) Tenemos que usar nuestros institutos de estudios superiores, instituyendo una facultad que desarrolle e integre en los propios programas, por lo que concierne a los mecanismos de reconciliación, las prácticas mejores y los modos culturales africanos más eficaces, para proveer a la formación del personal".

ARZOBISPO LAURENT MONSENGWO PASINYA, DE KINSHASA (REP. DEMOCRATICA DEL CONGO). "La paz está unida a la justicia, la justicia con el derecho y el derecho con la verdad. (...) Es necesario hacer lo posible por promover los estados de derecho, en los que haya el primado del derecho, sobre todo el derecho constitucional; estados de derecho en los que la arbitrariedad y la subjetividad no creen la ley de la jungla; estados de derecho en los que la soberanía nacional sea reconocida y respetada; estados de derecho en los que a cada uno se le otorgue de modo justo lo que se le debe. (...) Al buscar soluciones de paz, todos los caminos, especialmente los diplomáticos y políticos, tienen que estar orientados a restablecer la verdad, la justicia y el derecho. (...) Eliminando todas las barreras, la exclusión, las leyes discriminatorias en el culto y en la sociedad, y sobre todo suprimiendo el odio, se reconcilian los hombres y se alcanza la paz".

OBISPO KRIKOR-OKOSDINOS COUSSA, DE ISKANDERIYA, ALEJANDRIA DE LOS ARMENIOS (REPUBLICA ARABE DE EGIPTO). "En 1915, los otomanos (...) masacraron al pueblo armenio presente en la gran Armenia y en la pequeña Armenia (Turquía). Un millón y medio de personas murieron en este genocidio. Los armenios se esparcieron primero por Oriente Medio y después por el mundo entero. (...) En este momento en el que se desarrolla el sínodo, es decir 94 años después de aquella masacre, tras el llamamiento de Cristo de perdonar a los propios enemigos, los dirigentes del estado armenio y los jefes de las Iglesias en Armenia (católica, ortodoxa y evangélica) realizan un acto público de perdón con los turcos. Lo realizamos pidiendo a los turcos que reconozcan el genocidio, que rindan un homenaje a los mártires y que concedan a los armenios sus derechos civiles, políticos y religiosos. El camino de reconciliación entre los dos estados ya ha comenzado. Por eso, hago un llamamiento a los responsables   políticos para que apoyen nuestro camino hacia los turcos, con la Iglesia universal y la Iglesia africana que está necesitada".

  A continuación intervinieron cuatro auditores. Ofrecemos un resumen de la intervención de uno de ellos.

BARBARA PANDOLFI, PRESIDENTE GENERAL DEL INSTITUTO SECULAR DE LAS MISIONERAS DE LA REALEZA DE CRISTO (ITALIA). "La presencia de los Institutos Seculares es una presencia escondida, aceptando la precariedad de la vida cotidiana, conjuntamente con los otros, sin protección ni privilegios, en la búsqueda de caminos y soluciones frecuentemente probables, vivida con el deseo de una fraternidad universal. Por esto, la vocación de los Institutos seculares evidencia la exigencia de la promoción de un laicado maduro, que pueda contribuir a la construcción de una sociedad civil basada en los valores humanos del cristianismo. (...) Siendo Institutos femeninos la mayoría de los Institutos Seculares en África, se presenta urgentemente la exigencia de favorecer y promover la valorización de la mujer, no sólo porque esposa y madre, sino en cuanto persona capaz de responsabilidad y de autonomía en los diferentes ámbitos de la vida social, y en la urgencia de su presencia especial y no sólo subordinada en la Iglesia. Si la primera fractura en el género humano causada por el pecado, ha sido entre un hombre y una mujer, uno de los signos de la paz y de la reconciliación, quizá, pueda estar justamente dado por la promoción de una real corresponsabilidad y de un efectivo reconocimiento de igual dignidad entre hombres y mujeres, más allá de todo dominio y discriminación".

  La sesión de esta tarde concluyó con la intervención de un invitado especial del Santo Padre: JACQUES DIOUF, DIRECTOR GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA (FAO) . Este es un resumen de su discurso:

  "África significa, ante todo, valores comunes de civilización basados en una conciencia histórica de pertenencia a un mismo pueblo. (...) África martirizada, explotada, depredada por la esclavitud y la colonización, pero ahora políticamente soberana, no debe replegarse en el rechazo y la negación, aunque tenga el deber de la memoria. Debe tener la grandeza del perdón y seguir desarrollando una conciencia cultural basada en una identidad propia, que rechaza la asimilación alienante. Debe profundizar en los conceptos de negritud y africanidad, incluida la diáspora, conceptos basados en la radicación, pero también en la apertura. (...) África se ha presentado siempre bajo la óptica de las dificultades, pero es una tierra con futuro, que en los próximos cuarenta años experimentará un fuerte crecimiento demográfico. (...) Con sus recursos, (...) África es esencial para el desarrollo económico del planeta. (...) La seguridad alimentaria  es indispensable para  la reducción de la pobreza, la educación de la infancia, la salud de la población y la seguridad mundial, pero también para un crecimiento económico duradero. (...) Desde este punto de vista es un factor esencial la aportación de la mujer africana en la producción y el comercio agropecuarios y su papel de sostén de toda la familia. En efecto, ninguna iniciativa encaminada a hacer frente el problema de la inseguridad alimentaria en África tendrá éxito si no tiene en cuenta esta realidad social y económica. (...) De todas las laceraciones que vive el continente africano, el hambre es la más dramática e intolerable. Cualquier compromiso en pro de la justicia y la paz en África es inseparable de una exigencia de progreso en la realización del derecho a la alimentación para todos. (...) La Iglesia se ha fijado siempre la tarea de aliviar la miseria de los más necesitados y el lema de la FAO es "Fiat Panis", pan para todos. (...) Santo Padre: En su última encíclica "Caritas in veritate" subraya que cualquier decisión económica tiene una consecuencia de carácter moral. (...) La visión de un mundo liberado del hambre es posible si hay una voluntad política al nivel más alto. (...) Las grandes fuerzas espirituales y morales son para nuestra acción una ayuda inestimable. (...) Quiero rendir homenaje a la acción de la Iglesia sobre el terreno, al lado de los pobres. Los misioneros, las religiosas y las muchas comunidades desempeñan a menudo un trabajo difícil, a veces ingrato, pero siempre útil, al lado de las organizaciones intergubernamentales, a las ONG y a la sociedad civil. (...) Quiero subrayar ante todo la convergencia de las enseñanzas religiosas, en particular las de la Iglesia Católica y el Islam, sobre la necesidad de vigilar la gestión racional de los recursos basándose en una estrategia respetuosa de las personas y los bienes de este mundo, alejándose del exceso y el despilfarro. Todas estas enseñanzas subrayan el papel fundamental de la responsabilidad social, recomendando la atención hacia los más pobres. La Doctrina Social de la Iglesia es, desde este punto de vista, una contribución esencial".
SE/DUODECIMA CONGREGACION/...                    VIS 20091013 (1360)