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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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martes, 12 de mayo de 2009

INTERVENCION JEQUE NO AFECTE AL DIALOGO INTERRELIGIOSO


CIUDAD DEL VATICANO, 11 MAY 2009 (VIS).-Esta tarde, después del encuentro del Santo Padre con los representantes de algunas organizaciones para el diálogo interreligioso en al Auditórium "Notre Dame of Jerusalem Centre", el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, S.I., realizó la siguiente declaración:

  "La intervención del jeque Tayssir Attamimi no estaba prevista por los organizadores del acto de esta tarde. En un encuentro dedicado al dialogo, esta intervención ha sido una negación del mismo. Es de desear que este incidente no comprometa la misión del Papa encaminada a promover la paz y el dialogo entre las religiones, come ha afirmado claramente en muchas ocasiones durante su peregrinación. Esperemos que este incidente no afecte al dialogo interreligioso en Tierra Santa".
OP/DIALOGO INTERRELIGIOSO/LOMBARDI                VIS 20090512 (130)

BENEDICTO XVI ENCUENTRA AL GRAN MUFTI DE JERUSALEN


CIUDAD DEL VATICANO, 12 MAY 2009 (VIS).-Benedicto XVI llegó esta mañana a las 8,45 a la explanada de las Mezquitas, conocida en árabe como Al-Haram Ash-Sharif (recinto santísimo y nobilísimo). Se hallaba en el sitio en que Salomón construyó el templo de Jerusalén, que fue reconstruido al final del siglo I a.C. por Herodes. En el lugar se encuentran las mezquitas de la Cúpula de la Roca y Al-Aqsa.

  El área de la explanada es relevante para las tres religiones monoteístas: para los judíos era el lugar donde Abrahán tendría que haber sacrificado a Isaac, así como el del templo de Salomón; los musulmanes la consideran su tercera meta de peregrinación tras la Meca y Medina y el lugar donde el profeta Mahoma ascendió al cielo; para los cristianos es el lugar donde Cristo habló de la destrucción del Templo.

  La Cúpula de la Roca, de techo dorado y forma octagonal, es el monumento islámico más antiguo todavía en pie en Tierra Santa. La primera mezquita, edificada en el 640 fue sustituida por la actual en el 687. En el siglo XII los cruzados la transformaron en iglesia cristiana dándole el nombre de "Templum Domini", de donde tomó el nombre la orden ecuestre de los Templarios. Fue restaurada como lugar musulmán de culto por Saladino en el 1187. En el centro de esta mezquita suntuosamente decorada se encuentra la roca sagrada en la que rezó Mahoma antes de subir al cielo.

  La mezquita de Al-Aqsa, cuyo nombre en árabe significa la más remota, es según la tradición musulmana el lugar más lejano de la Meca al que una noche Mahoma fue transportado milagrosamente. La construcción se remonta al siglo VIII, diversos terremotos la destruyeron, fue reconstruida, pasó a ser una iglesia de los Templarios, y como la Cúpula de la Roca, Saladino la restauró como lugar de culto islámico. Durante la restauración de la mezquita en 1938, el rey Faruk de Egipto renovó el artesonado y Mussolini donó las columnas de mármol de Carrara.

  El Santo Padre llegó a las 9,00 a la Cúpula de la Roca, donde le esperaban el Gran Mufti Muhammad Ahmad Husayn, suprema autoridad jurídico-religiosa de Jerusalén y del pueblo árabe musulmán en Palestina. y el presidente del consejo del Waqf (Bienes religiosos islámicos). Después de una breve visita fue acompañado al edificio de Al-Kubbah Al-Nahawiyya", donde le esperaban los altos representantes de la comunidad islámica.

  "La Cúpula de la Roca -dijo el Papa- lleva nuestros corazones y nuestras mentes a reflexionar sobre el misterio de la creación y sobre la fe de Abraham. Aquí los caminos de las tres grandes religiones monoteístas mundiales se encuentran, recordándonos lo que tienen en común. Cada una cree en un sólo Dios, creador y regulador de todo. Cada una reconoce a Abraham como su antepasado. (...) Cada una ha sido seguida por innumerables personas a lo largo de los siglos y ha inspirado un rico patrimonio espiritual, intelectual y cultural".

  "En un mundo tristemente lacerado por las divisiones, este lugar sagrado sirve de estímulo y constituye además un reto para que los hombres y mujeres de buena voluntad se comprometan a superar incomprensiones y conflictos del pasado y se encaminen por la senda de un diálogo sincero, cuyo fin es la construcción de un mundo de justicia y de paz para las generaciones futuras".

  "Ya que las enseñanzas de las tradiciones religiosas conciernen en último lugar a la realidad de Dios, al significado de la vida y al destino común de la humanidad, es decir a todo los que para nosotros es muy sagrado y amado -observó el Santo Padre-, puede existir la tentación de dedicarse a ese diálogo con reluctancia o ambigüedad sobre sus posibilidades de éxito. Pero podemos empezar con creer que el único Dios es la fuente infinita de la justicia y la misericordia ya que ambas existen en Él en perfecta unidad. Los que confiesan su nombre tienen la misión de comprometerse firmemente en la rectitud imitando también su clemencia, ya que ambas actitudes están orientadas intrínsecamente a la coexistencia pacífica y armoniosa de la familia humana".

  "La fidelidad al único Dios, el Creador, el Altísimo, nos lleva a reconocer -subrayó el Papa- que los seres humanos están ligados fundamentalmente unos a otros porque todos proceden de una sola fuente y se dirigen a una meta común. Marcados con la imagen indeleble de lo divino, están llamados a jugar un papel activo para allanar las divisiones y promover la solidaridad humana. Por eso, tenemos una gran responsabilidad. Los que veneran a un sólo Dios creen que Él considerará a los seres humanos responsables de sus acciones. Los cristianos afirman que los dones divinos de la razón y la libertad son el fundamento de esta responsabilidad. La razón abre la mente para comprender la naturaleza compartida y el destino común de la familia humana mientras la libertad empuja el corazón a aceptar al prójimo y a servirlo en la caridad".

  "He venido a Jerusalén -afirmó el Papa- en una peregrinación de fe, (...) como obispo de Roma y sucesor del apóstol Pedro. pero también como hijo de Abraham en el cual "todas las familias de la tierra serán bendecidas" Os aseguro que la Iglesia desea ardientemente cooperar por el bien de la familia humana y que cree firmemente que la promesa hecha a Abraham tiene un alcance universal, que abraza a todos los hombres y mujeres, independientemente de su procedencia o condición social".

  "Mientras musulmanes y cristianos prosiguen el diálogo respetuoso que ya han comenzado -concluyó Benedicto XVI- rezo para que apuren cómo la Unicidad de Dios esté inseparablemente ligada a la unidad de la familia humana (...) y fijen la mirada sobre su bondad absoluta, sin perder nunca de vista cómo se refleja en el rostro de los demás".

  Finalizado su discurso, el Santo Padre se trasladó al Muro Occidental, conocido como el "Muro de las Lamentaciones".
PV-ISRAEL/EXPLANADA MEZQUITAS/JERUSALEN       VIS 20090512 (960)

VISITA A LOS DOS RABINOS DE ISRAEL


CIUDAD DEL VATICANO, 12 MAY 2009 (VIS).-El Papa se trasladó a las 9,00 de la Explanada de las Mezquitas al Muro Occidental o Muro de las Lamentaciones. Esta pared de 15 metros de alto es un fragmento de la muralla en la que se apoyaba el lado oeste de la explanada del templo.

  El rabino jefe leyó un salmo en hebreo y el Santo Padre otro en latín. Después de permanecer unos instantes en silencio, Benedicto XVI dejó entre sus grietas un papel en el que había escrito una oración, como hiciera Juan Pablo II en el 2000.

  A continuación, el pontífice se dirigió al Centro "Hechal Shlomo" (residencia de Salomón), llamada así porque recuerda al Templo de Salomón. Es la sede del Gran Rabinato de Israel, que alberga a los grandes rabinos sefardí y ashkenazi de Israel y el Tribunal Supremo Religioso.

  El Papa agradeció a los dos rabinos -Shlomo Amar y Yona Metzger- su deseo de "seguir fortificando los vínculos de amistad que la Iglesia católica y el Gran Rabinato se han comprometido con tanta diligencia a que progresara en el último decenio" y aseguró por su parte que profundizará "en la comprensión recíproca y la cooperación entre la Santa Sede, el Gran Rabinato de  Israel y el pueblo judío en todo el mundo".

  "Un gran motivo de satisfacción desde el inicio de mi pontificado -aseguró- ha sido el fruto del diálogo actual entre la delegación de la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con los judíos y el Gran Rabinato de la delegación de Israel para las relaciones con la Iglesia católica".

  Tras poner de relieve que la buena voluntad de ambas partes "ha abierto el camino para una colaboración más eficaz en la vida pública", afirmó que "judíos y cristianos están igualmente interesados en asegurar respeto por la sacralidad de la vida humana, la centralidad de la familia, una válida educación de los jóvenes, la libertad de religión y de conciencia para una sociedad sana. Estos temas de diálogo representan únicamente la fase inicial de lo que esperamos será un sólido, progresivo camino hacia una mayor comprensión recíproca".

  "Al tratar las cuestiones éticas actuales más urgentes -dijo-, nuestras dos comunidades se hallan frente al desafío de empeñar a nivel racional a las personas de buena voluntad, señalándoles simultáneamente los fundamentos religiosos que sostienen mejor los valores morales perennes".

  Benedicto XVI aprovechó esta oportunidad para "repetir que la Iglesia católica está irrevocablemente comprometida en el camino decidido por el Concilio Vaticano II para una reconciliación auténtica y estable entre cristianos y judíos". Al mismo tiempo, añadió, la Iglesia "desea una mutua comprensión y estima cada vez más profundas tanto mediante los estudios bíblicos y teológicos como mediante los diálogos fraternos".

  "Confío en que nuestra amistad siga siendo un ejemplo de confianza en el diálogo para los judíos y los cristianos de todo el mundo. Fijándonos en los resultados alcanzados hasta el momento, e inspirándonos en las Sagradas Escrituras -concluyó-, podemos tender con confianza a una cooperación más estrecha entre nuestras comunidades -junto con todas las personas de buena voluntad- en la condena del odio y la persecución en todo el mundo".

  Terminada la visita, el Santo Padre se trasladó al Cenáculo.
PV-ISRAEL/VISITA RABINOS:CENACULO/JERUSALEN        VIS 20090512 (700)

COMUNIDADES CATOLICAS: VELAS QUE ILUMINAN SANTOS LUGARES


CIUDAD DEL VATICANO, 12 MAY 2009 (VIS).-A las 11,40 (hora local) el Santo Padre se dirigió en automóvil del centro Hechal Shlomo al Cenáculo para rezar el Regina Coeli con los Ordinarios de Tierra Santa.

  El Cenáculo es el lugar de la institución del sacerdocio ordenado y de los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia. La palabra latina "Coenaculum" indica el lugar donde se cena, pero en general designaba el piso superior que servía de hospedaje, y donde hoy se encuentra la capilla. La tradición cristiana sobre la autenticidad del Cenáculo es muy antigua y se remonta a finales del siglo III.
 
  En el piso inferior hay un cenotafio llamado "La Tumba de David", meta de peregrinaciones judías nacionales, aunque la referencia a la sepultura de David no tiene ningún fundamento histórico o arqueológico. También hay una antigua capilla dedicada al recuerdo del Lavatorio de los pies. Hoy el edificio es propiedad del Estado de Israel. Es uno de los lugares administrados por la "Custodia de la Tierra Santa", confiada desde el siglo XIV a la Orden Franciscana.

  La Provincia de Tierra Santa se consideraba la más importante de todas las provincias franciscanas ya que de ella formaba parte la tierra en la que Jesucristo nació, vivió, predicó la Buena Nueva, murió y resucitó de entre los muertos. De hecho, según la orden franciscana, San Francisco visitó Tierra Santa y esta provincia entre 1219 y 1220.

  En 1333 Roberto d'Anjou, rey de Nápoles, y su mujer la reina Sancha, negociaron con el sultán de Egipto, a través del fraile Ruggero Garini, la compra del Cenáculo y los derechos para celebrar ceremonias religiosas en el Santo Sepulcro. El fraile Garini, con ayuda financiera de la reina, construyó entonces un monasterio cerca del Cenáculo. El rey y la reina se aseguraron también por parte de las autoridades musulmanas, el derecho de propiedad legal de algunos santuarios para los franciscanos y el derecho de uso en otros.

  En 1342 el papa Clemente VI, en dos bulas papales, elogió la obra de los reyes de Nápoles y estableció los principios por los que se regía la provincia eclesiástica de la Custodia de Tierra Santa.

  Los primeros estatutos de los franciscanos relativos a Tierra Santa se remontan a 1377 y en ellos se declara que un máximo de 20 frailes se ocupasen  de los Santos Lugares del Cenáculo, del Santo Sepulcro y de Belén. En 1517 a la Custodia de Tierra Santa se le concedió autonomía plena y la Santa Sede le confirió el status de una provincia con privilegios especiales y derechos particulares. Desde 1558 la Custodia tuvo su sede en el convento del Santísimo Salvador.

  Mientras el término Custodia de Tierra Santa se refiere a la provincia eclesiástica, el Custodio de Tierra Santa es el provincial de los frailes que viven en Oriente Medio. Tiene jurisdicción sobre los territorios de Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Egipto (parcialmente), Chipre y Rodas. Dada la importancia de su papel, el custodio es designado directamente por la Santa Sede, después de la consulta con los frailes de la custodia. El custodio actual es el padre Pierbattista Pizzaballa.

  "Representáis -dijo el Papa a los presentes- a las comunidades católicas de Tierra Santa que, en su fe y devoción, son como velas encendidas que iluminan los santos lugares cristianos, que fueron en un tiempo honrados por la presencia de Jesús, nuestro Dios viviente".

  "En el Cenáculo el misterio de la gracia y salvación de la que somos destinatarios y también heraldos y ministros, puede expresarse solamente en términos de amor. Ya que Él nos amó en primer lugar y sigue amándonos, tenemos que responder con amor".

  "Este amor que transforma, que es gracia y verdad, nos lleva como individuos y como comunidad a superar la tentación de encerrarnos en nosotros mismos en el egoísmo, la indolencia o el aislamiento, en el prejuicio o el miedo y a entregarnos con generosidad al Señor y a los demás. Nos lleva como comunidad cristiana a ser fieles a nuestra misión con franqueza y valor".

  "La invitación a la comunión de mente y de corazón (...) asume un relieve particular en Tierra Santa. Las diversas Iglesias cristianas que se encuentran aquí representan un patrimonio espiritual rico y variado y son signo de las múltiples formas de interacción entre el Evangelio y las diversas culturas. Nos recuerdan también que la misión de la Iglesia es predicar el amor universal de Dios y de reunir (...) a todos los que están llamados por Él, de forma que, con sus tradiciones y sus talentos formen la única familia de Dios".

  "En la medida en que el don del amor se acepta y crece en la Iglesia, la presencia cristiana en Tierra Santa y en las regiones cercanas estará viva. Esa presencia es de importancia vital para el bien de la sociedad en conjunto. Las palabras claras de Jesús sobre los lazos íntimos entre el amor de Dios y el del prójimo, sobre la misericordia y la compasión, la mansedumbre, la paz y el perdón son levadura capaz de transformar los corazones y plasmar las acciones. Los cristianos de Oriente Medio, junto con otras personas de buena voluntad, están contribuyendo como ciudadanos leales y responsables, a pesar de las dificultades y las restricciones a la promoción y consolidación de un clima de paz en la diversidad".

  El Papa se dirigió después a los obispos y les aseguró que contaban con su "apoyo y aliento a la hora de hacer todo lo que esté en vuestro poder para ayudar a nuestros hermanos y hermanas cristianos a permanecer y a afirmarse aquí, en la tierra de sus antepasados y a ser mensajeros y promotores de paz".

  "Por mi parte -concluyó- renuevo el llamamiento a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo para que sostengan y recuerden en sus oraciones a las comunidades cristianas de Tierra Santa y Oriente Medio".

  Después de rezar el Regina Coeli, Benedicto XVI se desplazó a la Concatedral latina de Jerusalén donde saludó a las 300 personas allí reunidas, entre las cuales varias religiosas contemplativas. Después de venerar el Santísimo y escuchar las breves palabras del Patriarca Latino de Jerusalén, el Papa agradeció a las religiosas sus oraciones por el ministerio universal del pontífice y les pidió "con las palabras del Salmista: rezad por la paz en Jerusalén, rezad continuamente por el fin del conflicto que ha acarreado tantos  sufrimientos a los pueblos de esta región".

  Finalizada la ceremonia el Santo Padre almorzó con los Ordinarios de Tierra Santa y los abades en el Patriarcado Latino de Jerusalén.
PV-ISRAEL/CENACULO:CONCATEDRAL/JERUSALEN       VIS 20090512 (1000)

INDULGENCIA PLENARIA CON MOTIVO DEL AÑO SACERDOTAL


CIUDAD DEL VATICANO, 12 MAY 2009 (VIS).-Benedicto XVI concederá a los sacerdotes y fieles la indulgencia plenaria con motivo del Año Sacerdotal (19 de junio 2009 -19 junio 2010) convocado en honor de San Juan María Vianney, según informa el decreto hecho público hoy y firmado por el cardenal James Francis Stafford y el obispo Gianfranco Girotti, O.F.M. Conv., respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.

  El período comenzará con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, "jornada  de santificación sacerdotal" -dice el texto- cuando el pontífice celebrará las Vísperas ante las reliquias del santo traídas a Roma por el obispo de Belley-Ars y concluirá en la Plaza de San Pedro en presencia de sacerdotes de todo el mundo, que "renovarán la fidelidad a Cristo y el vínculo de fraternidad".

  Las modalidades para la obtención de las indulgencias son:

A) A los sacerdotes, arrepentidos de corazón, que recen cualquier día las laúdes o vísperas ante el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración pública o en el sagrario y se ofrezcan (...) a la celebración de los sacramentos, sobre todo de la Confesión, se concederá Indulgencia plenaria aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos como sufragio, si en conformidad con las disposiciones vigentes se confesarán sacramentalmente, comulgarán y rezarán por las intenciones del pontífice. También se concede Indulgencia parcial, siempre aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos, cada vez que recen oraciones debidamente aprobadas para llevar una vida santa y cumplir los oficios que se les han confiado.
 
 B) A los fieles cristianos, arrepentidos de corazón que, en la  iglesia o en el oratorio asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena cumplida se les concede Indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente  y recen por las intenciones del Papa los días en que se abre y se clausura el Año sacerdotal, en el día del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, los primeros jueves del mes o cualquier otro día establecido por los Ordinarios de los lugares para la utilidad de los fieles".

  Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, podrán obtener la Indulgencia plenaria, si con ánimo alejado del pecado y el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias apenas les sea posible, "en los días indicados rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María , Reina de los Apóstoles, sus  enfermedades  y sufrimientos".

  Asimismo se concede la Indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Ave Marías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada "en honor del Sagrado Corazón de Jesús para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida". 
PENT/DECRETO INDULGENCIA/AÑO SACERDOTAL       VIS 20090512 (490)

LA PAZ QUE NACE DE LA JUSTICIA VUELVA A TIERRA SANTA


CIUDAD DEL VATICANO, 11 MAY 2009 (VIS).-A las 16,15, Benedicto XVI realizó una visita de cortesía al presidente del Estado de Israel, Shimon Peres, en el Palacio Presidencial de Jerusalén.

  Después de las palabras del presidente Peres, el Papa pronunció su discurso. "En realidad, todos los días rezo -aseguró- para que la paz que nace de la justicia vuelva a Tierra Santa y a toda la región, trayendo seguridad y una esperanza renovada para todos".

  Tras poner de relieve que "la paz es ante todo un don divino", dirigiéndose en especial a los líderes religiosos presentes en el acto, dijo: "La contribución particular de las religiones en la búsqueda de la paz se funda fundamentalmente en la búsqueda apasionada y común de Dios".

  "Los líderes religiosos -continuó- deben ser conscientes de que toda división o tensión, toda tendencia a cerrarse en sí mismo o a la sospecha entre creyentes o entre nuestras comunidades puede desembocar fácilmente en una contradicción que obscurece la unicidad del Omnipotente, traiciona nuestra unidad y contradice al Único que se revela a sí mismo como "rico de amor y de fidelidad".

  El Santo Padre afirmó que "seguridad, integridad, justicia y paz en el designio de Dios para el mundo son inseparables. (…) Solo existe una vía para proteger y promover estos valores: ¡ejercitarlos, vivirlos! Ningún individuo, ninguna familia, ninguna comunidad o nación está exenta del deber de vivir en la justicia y de obrar por la paz".

  "Los valores y los fines auténticos de una sociedad, que siempre tutelan la dignidad humana, son indivisibles, universales e interdependientes. Por tanto -añadió- no se pueden satisfacer cuando caen en manos de intereses particulares o de políticas fragmentarias. El verdadero interés de una nación se alcanza siempre mediante la búsqueda de la justicia para todos".

  Antes de terminar, el Papa se dirigió a las familias de esta tierra. "¿Qué padres -preguntó- desean la violencia, la inseguridad o la división para su hijo o para su hija? ¿Qué objetivo político humano se puede lograr a través de los conflictos y la violencia? Escucho el grito de los que viven en este país, que invocan justicia, paz, respeto para su dignidad, seguridad estable, una vida cotidiana libre del miedo de amenazas externas y de insensata violencia".

  "Sé que un número considerable de hombres, mujeres y jóvenes -terminó- están trabajando para la paz y la solidaridad mediante programas culturales e iniciativas caritativas y de apoyo práctico; son suficientemente humildes para perdonar y tienen la valentía de aferrar este sueño".
PV-ISRAEL/VISITA AL PRESIDENTE/JERUSALEN            VIS 20090512 (430)

JAMAS SE NIEGUEN SUFRIMIENTOS VICTIMAS HOLOCAUSTO


CIUDAD DEL VATICANO, 11 MAY 2009 (VIS).-Benedicto XVI llegó a las 17.45 al Memorial de Yad Vashem (literalmente "Un memorial y un nombre"), el monumento erigido oficialmente en 1953 por el Estado de Israel para conmemorar a los seis millones de judíos  víctimas del Holocausto.

  Esta institución estatal está formada por dos museos, salas de exposiciones, monumentos al aire libre y centros de información y documentación. El nombre del centro está inspirado en el libro de Isaías, donde Dios afirma: "Les daré en mi casa y en mis murallas un monumento y un nombre, (...) nombre eterno les daré que no será borrado".

  Otros lugares del complejo son el Monumento de los Niños, un tributo al aproximadamente millón y medio de niños que  murieron en el Holocausto. El Valle de las Comunidades, un monumento excavado en la roca que conmemora las más de 5.000 comunidades judías que fueron destruidas, y la Avenida y el Jardín de los Justos entre las Naciones, que honra a los no judíos que salvaron a los judíos durante el Holocausto.

  A su llegada el Papa fue acogido por el presidente y el director del centro y recorrió a pie el perímetro del Memorial hasta llegar a la entrada de honor de la Sala de la Memoria, donde lo esperaban el presidente de la República Shimon Peres y el rabino presidente del Consejo de Yad Vashem.

  La Sala de la Memoria es una estructura con forma de tienda en cuyo suelo se hallan los nombres de seis campos de exterminio y diversos nombres de campos de concentración. Hay también un monumento con una llama perenne enfrente del cual se encuentra una cripta que contiene las cenizas de algunas víctimas.

  Benedicto XVI reavivó el fuego y depuso una corona de flores en el suelo. Tras departir con seis supervivientes del Holocausto  pronunció un discurso.

  "He venido -dijo- para detenerme en silencio ante este monumento, erigido para honrar la memoria de los millones de judíos asesinados en la horrenda tragedia de la Shoah. Perdieron su vida, pero no perderán jamás sus nombres: están grabados perennemente en el corazón de sus seres queridos, de sus compañeros de prisión y de todos los que están decididos a no permitir nunca más que un horror semejante pueda avergonzar de nuevo a la humanidad. Sus nombres, en particular y sobre todo, están grabados de forma indeleble en la memoria de Dios Omnipotente".

  "Se pueden arrebatar al prójimo sus posesiones, ocasiones que le son favorables, o la libertad. Se puede tejer una trama de mentiras para convencer a los demás que algunos grupos no merecen respeto. Y, sin embargo, por mucho que uno se esfuerce, no se puede jamás arrebatar el nombre a un ser humano".

  "Los nombres custodiados en este venerado monumento tendrán para siempre un lugar sagrado entre los innumerables descendientes de Abraham. Su fe fue probada, al igual que la de Abraham. Y como Jacob fueron inmersos en la lucha entre el bien y el mal mientras luchaban para discernir los planes del Omnipotente.¡Que los nombres de estas víctimas no perezcan jamás! ¡Que  sus sufrimientos no se nieguen, se menoscaben o se olviden! ¡Y que todas las personas de buena voluntad estén en guardia para desenraizar del corazón del ser humano cualquier cosa capaz de llevar a tragedias parecidas a ésta!".

  "La Iglesia Católica -prosiguió el Papa-, comprometida en las enseñanzas de Jesús y encaminada a imitar su amor por todas las personas, siente una profunda compasión por las víctimas aquí recordadas. Del mismo modo está al lado de todos los que hoy están sometidos a persecuciones a causa de su raza, su color, su condición de vida o su religión- sus sufrimientos son suyos como lo es su esperanza y su sed de justicia. Como Obispo de Roma y sucesor de  Pedro reafirmo -al igual que mis antecesores- el compromiso de la Iglesia para rezar y actuar sin descanso para asegurar que el odio no vuelva a reinar en el corazón de los hombres. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob es el Dios de la paz".

  "Fijando la mirada en los rostros reflejados en el agua silenciosa dentro de este memorial, no podemos olvidar que cada uno de ellos tenía un nombre. (...) ¡Quien habría imaginado que estaban condenados a un destino tan cruel! Mientras estamos aquí en silencio, su grito resuena aún en nuestros corazones. Es un grito que se eleva contra cualquier acto de injusticia y violencia. Es una condena perenne contra el derramamiento de sangre inocente. Es el grito de Abel que sube desde la tierra hasta el Omnipotente".

  Para "dar voz a ese grito", el Papa leyó los versículos del Libro de las Lamentaciones que comienzan con la frase :"La ternura del Señor no se acaba, no se agota su misericordia".

  Una vez acabada la lectura Benedicto XVI dijo: "Agradezco profundamente a Dios y a vosotros la oportunidad de haber podido estar aquí en silencio: un silencio para recordar, un silencio para esperar".

  A continuación el Santo Padre firmó en el Libro de Honor de Yad Vashem, donde escribió la frase del Libro de las Lamentaciones "No se agota su misericordia". Le despidieron un coro y las autoridades que lo habían acogido a su llegada. Después Benedicto XVI se desplazó en automóvil al Pontificio Instituto Notre Dame de Jerusalén.
PV-ISRAEL/YAD VASHEM/JERUSALEN               VIS 20090512 (890)

PROCLAMAR CLARAMENTE LO QUE TENEMOS EN COMUN


CIUDAD DEL VATICANO, 11 MAY 2009 (VIS).-A las 18,45, el Papa se encontró con los representantes de organizaciones para el diálogo interreligioso en el "Notre Dame of Jerusalem Centre", que fue erigido en Pontificio Instituto por el Siervo de Dios Juan Pablo II en 1978. Al acto, que tuvo lugar en el Auditórium, asistieron 500 personas.

  Al comienzo de su discurso, el Santo Padre señaló que a pesar de que en los últimos tiempos "se ha hecho mucho por crear un sentido de cercanía y de unidad en la familia humana universal", sin embargo "el uso ilimitado de portales por medio de los cuales las personas tienen un fácil acceso a fuentes indiscriminadas de información se puede convertir en un instrumento de mayor fragmentación".

  Benedicto XVI invitó a preguntarse "qué contribución aporta la religión a las culturas del mundo en un contexto de rápida globalización. (…) Como creyentes o personas religiosas tenemos el desafío de proclamar con claridad lo que tenemos en común".

  "Vidas de religiosa fidelidad manifiestan -aseguró- la impetuosa presencia de Dios y de esta manera forman una cultura no definida por los límites del tiempo o del lugar, sino fundamentalmente plasmadas por los principios y las acciones que proceden de la fe".

  Tras hacer hincapié en que "la fe religiosa presupone la verdad y que quien cree es aquel que busca la verdad y vive de ella", el Papa dijo a los presentes que "juntos podemos proclamar que Dios existe y que puede ser conocido, que la tierra es su creación, que somos sus criaturas, y que llama a cada hombre y mujer a un estilo de vida que respete su designio para el mundo. Si creemos que tenemos un criterio de juicio y de discernimiento que es divino en su origen y destinado a toda la humanidad, entonces no podemos cansarnos de transmitir este conocimiento a la vida civil. Se debe ofrecer a todos la verdad; sirve a todos los miembros de la sociedad".

  "Lejos de amenazar la tolerancia de las diferencias o de la pluralidad cultural, la verdad hace posible el consenso y mantiene el debate público razonable, honesto y verificable y abre el camino a la paz. Promoviendo la voluntad de ser obedientes a la verdad, de hecho, proyecta nuestro concepto de razón y su ámbito de aplicación y hace posible el diálogo genuino de las culturas y de las religiones de las que hoy hay una especial necesidad".

  El Santo Padre señaló que "en una época de acceso inmediato a la información y de tendencias sociales que generan una especie de monocultura, la reflexión profunda que contraste el alejamiento de la presencia de Dios reforzará la razón, estimulará el genio creativo, facilitará la valoración crítica de las costumbres culturales y sostendrá el valor universal de la creencia religiosa".

  Frente a la ilusión de algunos de que "creamos que nuestras diferencias son necesariamente causa de división y por tanto que como mucho deberían ser toleradas, (…) o incluso que nuestras voces deben ser sencillamente reducidas al silencio", dijo: "Sabemos que nuestras diferencias no deben ser nunca mal interpretadas como una fuente inevitable de fricciones o de tensión tanto entre nosotros mismos, como en la sociedad. Al contrario, ofrecen una espléndida oportunidad para que personas de diversas religiones vivan juntas con profundo respeto, estima y aprecio, animándose recíprocamente en los caminos de Dios".

  "Impulsados por el Omnipotente e iluminados por su verdad -terminó-, seguid caminando con coraje, respetando todo lo que nos une como criaturas bendecidas por el deseo de llevar la esperanza a nuestra comunidades y al mundo".

  Concluido el encuentro, el Santo Padre bendijo la primera piedra del nuevo "Instituto Notre Dame" de Magdala, que acogerá a peregrinos en visita a Tierra Santa y será un centro espiritual con la futura Basílica de Santa María Magdalena.
PV-ISRAEL/ENCUENTRO INTERRELIGIOSO/JERUSALEN        VIS 20090512 (640)
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