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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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viernes, 15 de mayo de 2009

CONFORMAR NUESTRAS DECISIONES CON LAS LEYES DEL CREADOR


CIUDAD DEL VATICANO, 14 MAY 2009 (VIS).-Después de entrevistarse con el primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, en el Convento de los franciscanos de Nazaret, el Papa se trasladó a las 16,20 al Auditórium del Santuario de la Anunciación, donde se encontró con los jefes religiosos de Galilea.

  El acto comenzó con unas palabras del obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo, vicario del patriarca latino de Jerusalén para Israel. A continuación, el Santo Padre saludó a los líderes de las comunidades presentes, entre los que se encontraban cristianos, musulmanes, judíos, drusos y otras personas religiosas.

  Tras poner de relieve que el mundo "es un don de Dios" y que "ha sido querido por El y revela su esplendor glorioso", Benedicto XVI señaló que "en el centro de toda tradición religiosa existe la convicción de que la paz misma es un don de Dios, a pesar de que no se puede alcanzar sin el esfuerzo humano".

  "No podemos hacer con el mundo todo lo que queremos; es más -continuó-, estamos llamados a conformar nuestras decisiones con las complejas y sin embargo perceptibles leyes escritas por el Creador del universo y a modelar nuestras acciones según la bondad divina que impregna el reino de la creación".

  Refiriéndose a las distintas tradiciones religiosas, el Papa subrayó que "tienen en sí potencialidades notables para promover una cultura de la paz, especialmente a través de la enseñanza y la predicación de los valores espirituales más profundos de nuestra humanidad común. Plasmando los corazones de los jóvenes, plasmamos el futuro de la misma humanidad. Los cristianos se unen a los judíos, musulmanes, drusos y a las personas de otras religiones en el deseo de salvaguardar a los niños del fanatismo y de la violencia, mientras les preparan para ser constructores de un mundo mejor".

  El Santo Padre animó a los líderes religiosos a seguir acogiendo con respeto a los numerosos peregrinos que visitan Galilea, "mientras tratáis -dijo- de aliviar las tensiones concernientes a los lugares de culto, garantizando así un ambiente sereno para la oración y la meditación, aquí y en toda Galilea".

  "Representando diversas tradiciones religiosas, compartís el deseo común de contribuir a que mejore la sociedad y de testimoniar así los valores religiosos y espirituales que ayudan a corroborar la vida pública. Os aseguro -concluyó- que la Iglesia católica está empeñada a participar en esta noble empresa".

  Al final, un representante judío invitó a los presentes en la ceremonia a unirse a él en un canto de invocación a Dios por la paz. El Papa y los demás líderes religiosos presentes en el palco se levantaron y se sumaron al canto agarrados de la mano.

  Terminado el encuentro, el Santo Padre se dirigió a la gruta de la Anunciación, que se encuentra en la Basílica inferior del Santuario de Nazaret.

  La iglesia franciscana de 1730 incorporaba la gruta-casa de la Sagrada Familia en una cripta bajo el altar mayor; erigida en parroquia, fue ampliada en 1877 y después derruida en 1959 para construir la nueva iglesia. La actual Basílica de la Anunciación fue visitada por Pablo VI antes de ser dedicada en 1969.

  En la parte alta de la fachada principal se encuentra la estatua de Cristo Redentor; debajo está la escena de la Anunciación y los cuatro evangelistas. La fachada sur está dedicada a María adolescente. Dentro hay dos iglesias superpuestas con una apertura central desde la que se ve la gruta-casa de la Sagrada Familia; la inferior custodia la gruta y el altar franciscano de 1600 con el escrito: "Verbum caro hic factum est" (Aquí se hizo carne el Verbo); la iglesia superior está dedicada a la exaltación de la Virgen, Madre de Dios hecho hombre. En las paredes hay varios cuadros que ilustran la devoción mariana en los principales santuarios del mundo. La cúpula tiene 55 metros de alto. El pavimento que une las dos iglesias es un tapiz de mármol policromado en el que se describe en ocho cuadros taraceados el Magisterio de la Iglesia sobre María: Madre de Dios, Asunción al cielo, Virginidad, Inmaculada Concepción, Mediación Universal, Santidad Perfecta, Dignidad Real, Maternidad Espiritual.
PV-ISRAEL/ENCUENTRO JEFES RELIGIOSOS/NAZARET        VIS 20090514 (650)

ENCARNACION: RETO A ABRIR MENTE A ILIMITADO PODER DE DIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 14 MAY 2009 (VIS).-Esta tarde a las 17,30, el Santo Padre presidió en la Gruta de la Anunciación de la basílica del mismo nombre las vísperas con los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, movimientos eclesiales y responsables de la pastoral en Galilea. Benedicto XVI recibió el saludo del arzobispo Paul Nabil El-Sayyah, de Haifa y Tierra Santa para los Maronitas y responsable de la Pastoral para la Familia.
 
  Benedicto XVI agradeció la presencia de  los fieles maronitas,  del patriarcado latino y greco-melquitas y elogió nuevamente a los frailes de la Custodia de Tierra Santa por la conservación de lugares como la basílica.

  "Lo que sucedió aquí en Nazareth, lejos de las miradas del mundo -dijo el Papa en su discurso- fue un acto singular de Dios, una intervención portentosa en la historia mediante la cual fue concebido un niño para traer la salvación al mundo entero. El prodigio de la Encarnación sigue desafiándonos para que abramos nuestra inteligencia a las posibilidades ilimitadas del poder de transformación de Dios, de su amor por nosotros, de su deseo de estar en comunión con nosotros".

  La Encarnación, explicó el Santo Padre, inaugura "una nueva Creación" y su narración ilustra "la extraordinaria amabilidad de Dios que no se impone, no establece con antelación la parte que María tendrá en su plan para nuestra salvación, sino que busca ante todo su consenso. En la Creación inicial, obviamente, no era el caso de que Dios pidiera el consenso a sus criaturas, pero en esta nueva Creación lo pide. María ocupa el lugar de la humanidad y habla por todos nosotros cuando responde a la invitación del ángel".

  "La reflexión sobre este gozoso misterio nos da esperanza -afirmó el Papa-, la esperanza segura de que Dios seguirá guiando nuestra historia, actuando con poder creativo para realizar los objetivos que parecen imposibles para los cálculos humanos. Esto nos invita (...) a acoger la Palabra de Dios en nuestros corazones, haciéndonos capaces de responderle con amor y de encaminarnos con amor unos hacia otros".

  "En el Estado de Israel y en los Territorios Palestinos -constató el Papa- los cristianos son una minoría. Quizá os parezca que vuestra voz cuente poco. Muchos de vuestros amigos cristianos han emigrado con la esperanza de encontrar en otros sitios mayor seguridad y mejores perspectivas. Vuestra situación recuerda la de la joven virgen María que llevó una vida apartada en Nazaret, con una vida cotidiana parca en riquezas e influencias mundanas".

  El Papa recordó a los presentes las palabras del Magnificat "Dios miró la humildad de su sierva y colmó de bienes al hambriento y exclamó: "Tened valor para ser fieles a Cristo y permanecer en la tierra que santificó con su presencia. ¡Como María jugáis un papel en el plan divino de la salvación! (...) Por eso, es esencial que estéis unidos para que la Iglesia en Tierra Santa sea reconocida como "signo e instrumento de comunión con Dios y de unidad de todo el género humano".

  "Vuestra unidad en la fe, en la esperanza y en el amor -concluyó- es un fruto del Espíritu Santo que vive en vosotros y os hace capaces de ser instrumentos eficaces de la paz de Dios, ayudándoos a construir una reconciliación genuina entre los diversos pueblos que reconocen a Abraham como su padre en la fe".

  Acabada la ceremonia el Papa se desplazó al helipuerto de Nazaret y desde allí regresó en helicóptero a Jerusalén, donde pernoctó en la delegación apostólica.
PV-ISRAEL/VISPERAS/NAZARET                   VIS 20090515 (590)

REDOBLAR COMPROMISO PARA PERFECCIONAR COMUNION


CIUDAD DEL VATICANO, 15 MAY 2009 (VIS).-Después de celebrar misa en privado en la delegación apostólica de Jerusalén, el Santo Padre se trasladó a las 9,00 al patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén, donde participó en un encuentro ecuménico.

  El Papa fue acogido por Su Beatitud Teofilo III, patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, que ostenta el título de patriarca de la Ciudad Santa de Jerusalén y de toda Palestina.

  En su discurso a los representantes de las comunidades cristianas de Tierra Santa, Benedicto XVI pidió que el encuentro de hoy "dé un nuevo impulso a los trabajos de la Comisión Internacional Conjunta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas, y se sume a los recientes frutos de documentos de estudio y de otras iniciativas conjuntas".

  Tras poner de relieve que al morir en la Cruz, "Jesús reveló la plenitud de su deseo de atraer a todas las personas a sí, recogiendo a todos juntos en unidad", el Papa afirmó que "en aquel anhelo, mediante la redención que une, está nuestra misión. Por eso, no sorprende que precisamente en presencia de nuestro ardiente deseo de llevar a Cristo a los demás, de transmitir su mensaje de reconciliación, experimentemos la vergüenza de nuestra división".

  Sin embargo, continuó, fortalecidos por el Espíritu Santo, "debemos hallar la fuerza para redoblar nuestro compromiso para perfeccionar nuestra comunión, para que sea completa, para dar un testimonio común del amor del Padre, que envía al Hijo para que el mundo conozca su amor por nosotros".

  El Santo Padre subrayó que "es necesario que los jefes cristianos y sus comunidades den un testimonio fuerte de lo que proclama nuestra fe: la Palabra eterna, que entró en el espacio y en el tiempo en esta tierra, Jesús de Nazaret, que caminó por estas calles, llama mediante sus palabras y sus actos a personas de todas las edades a su vida de verdad y de amor".

  "El servicio más grande que los cristianos de Jerusalén pueden ofrecer a los propios ciudadanos -aseguró- es preparar y educar a una nueva generación de cristianos bien formados y comprometidos, solícitos en el deseo de contribuir generosamente a la vida religiosa y civil de esta ciudad única y santa. La prioridad fundamental de todo líder cristiano es nutrir la fe de los individuos y de las familias confiadas a su atención pastoral. Esta común preocupación pastoral hará que vuestros encuentros regulares se caractericen por la sabiduría y la caridad fraterna necesarias para sosteneros mutuamente y afrontar tanto las alegrías como las dificultades particulares que marcan la vida de vuestra gente".

  Benedicto XVI concluyó expresando el deseo de que "se comprenda que las aspiraciones de los cristianos de Jerusalén están en sintonía con las aspiraciones de todos sus habitantes, independientemente de su religión: una vida de libertad religiosa y coexistencia pacífica, y -en particular para las generaciones jóvenes- el libre acceso a la educación y al empleo, la perspectiva de una hospitalidad conveniente y residencia familiar y la posibilidad de beneficiarse de una situación de estabilidad económica y de contribuir a ella".

  Concluido el encuentro, el Papa se dirigió al Santo Sepulcro de Jerusalén.
PV-ISRAEL/ENCUENTRO ECUMENICO/JERUSALEN            VIS 20090515 (520)

SANTO SEPULCRO: LA TUMBA VACIA PROCLAMA ESPERANZA


CIUDAD DEL VATICANO, 15 MAY 2009 (VIS).-Esta mañana, a las 10,15, el Santo Padre visitó la basílica del Santo Sepulcro, donde fue recibido por seis representantes de las tres entidades (Iglesia Greco-Ortodoxa, Custodia de Tierra Santa e Iglesia Armenia Apostólica), responsables del "Status quo" que regula la administración del lugar. También pueden oficiar en la basílica los coptos ortodoxos, los siro-ortodoxos y los etíopes.

  El Santo Sepulcro es, según la tradición, el lugar de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo. Se llamaba Gólgota (calavera, en arameo, por la forma redondeada  del terreno). A  la entrada, en el atrio, se encuentra la Piedra de la Unción, una gran piedra alisada de caliza roja. Rodeada por candelabros y ocho lámparas, constituye la decimotercera estación del Via Crucis; según la tradición, indica el lugar donde Jesús, bajado de la cruz, recibió los ungüentos. Dentro del santuario, en el centro del templo, se encuentra el Santo Sepulcro, decimocuarta estación, dentro de un espacio de forma rectangular.

  La fachada está cubierta por lámparas recubiertas por globos de plata. Encima de la puerta hay tres cuadros sobre la resurrección, respectivamente de los latinos, griegos y armenios. La pequeña puerta de madera está siempre abierta, excepto en el momento en que el celebrante armenio o griego debe permanecer solo según las prescripciones litúrgicas. Además, hay un pequeño vestíbulo llamado Capilla del Ángel (anuncio de la resurrección a las santas mujeres). Atravesando una puerta se llega a la habitación mortuaria, el Santo Sepulcro, en la que hay un banco de mármol que recubre la piedra original en la que fue colocado el cuerpo de Cristo.

  En 1971 comenzaron los trabajos de restauración a cargo de las tres comunidades copropietarias y en 1994 el Custodio de Tierra Santa, el Patriarca Greco Ortodoxo de Jerusalén y el Patriarca Armenio Apostólico de Jerusalén firmaron un acuerdo histórico cuyo objetivo era la restauración y la decoración de la cúpula de la Anástasis. Los trabajos fueron completados en 1997.

  Benedicto XVI rezó ante la Piedra de la Unción y la tumba vacía de la resurrección y, tras recibir el saludo del Custodio de Tierra Santa, padre Pierbattista Pizzaballa y del Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, pronunció un breve discurso.

  "Aquí Cristo murió y resucitó para no morir nunca jamás -dijo el Papa-. Aquí la historia de la humanidad cambió definitivamente. El largo dominio del pecado y de la muerte fue destruido por el triunfo de la obediencia y de la vida; el madero de la cruz revela la verdad sobre el bien y el mal. (...) Aquí Cristo, el nuevo Adán, nos enseñó que el  mal no tiene jamás la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte, que nuestro futuro y el de la humanidad está en manos de un Dios generoso y fiel".

  "La tumba vacía nos habla de esperanza, la esperanza que no defrauda porque es don del Espíritu de la vida. Este es el mensaje que os dejo hoy, al final de mi peregrinación en Tierra Santa. ¡Qué la esperanza se eleve siempre, por gracia de Dios, en el corazón de todos los que viven en estas tierra, que se radique en vuestros corazones y permanezca en vuestras familias y comunidades!".

  El Santo Padre recordó a continuación que la Iglesia en Tierra Santa, "que ha experimentado tan a menudo el oscuro misterio del Gólgota, no debe dejar jamás de ser intrépido heraldo del luminoso mensaje de esperanza que proclama esta tumba vacía. El Evangelio nos dice que Dios puede renovar todas las cosas, que la historia no se repite necesariamente, que la memoria puede purificarse, que los amargos frutos de la recriminación y la hostilidad pueden superarse y que para todo hombre y toda mujer, para la entera familia humana y de forma especial para el pueblo que vive en esta tierra, tan querida por el Señor, puede brotar un futuro de justicia, de paz, de prosperidad y de colaboración".

  "Esta antigua iglesia de la Anástasis es testigo mudo tanto del peso de nuestro pasado, con todas sus carencias, incomprensiones y conflictos, como de la promesa gloriosa que sigue irradiando de la tumba vacía de Cristo. (...) ¡La gracia de la resurrección sigue actuando en nosotros! Ojala la contemplación de este misterio redoble nuestros esfuerzos, como individuos y como miembros de la comunidad eclesial, para crecer en la vida del Espíritu mediante la conversión, la penitencia y la oración. Y que nos ayude a superar, con la potencia de ese mismo Espíritu todos los conflictos y tensiones nacidos de la carne, a superar cualquier obstáculo, dentro y fuera de nosotros, que se interponga en nuestro testimonio común de Cristo y del poder de su amor que reconcilia".

  "Con estas palabras de aliento -dijo el Santo Padre- concluyo mi peregrinación a los santos lugares de nuestra redención y renacimiento en Cristo. Rezo para que la Iglesia en Tierra Santa se fortalezca cada vez más gracias a la contemplación de la tumba vacía del Redentor. En esa tumba está llamada a sepultar todas sus ansias y miedos para resurgir de nuevo cada día y proseguir su viaje por los caminos  de Jerusalén, de Galilea y más allá, proclamando el triunfo del perdón de Cristo y la promesa de una vida nueva".

  Finalizado su discurso, Benedicto XVI visitó la capilla de las Apariciones, donde adoró al Santísimo y después subió al Gólgota pare rezar en el lugar del Calvario. Más tarde se trasladó en automóvil al Patriarcado Armenio Apostólico de Jerusalén.
PV-ISRAEL/SANTO SEPULCRO/JERUSALEN           VIS 20090515 (900)

VISITA AL PATRIARCADO ARMENIO APOSTOLICO


CIUDAD DEL VATICANO, 15 MAY 2009 (VIS).-A las 11,00, el Santo Padre visitó la Iglesia Patriarcal Armenia Apostólica de Jerusalén, donde fue acogido por Su Beatitud Torkom Manoukian, actual patriarca.

  Los fieles pertenecientes al Patriarcado Armenio Apostólico en Tierra Santa son unos 10.000, presentes en los Territorios Palestinos (Cisjordania y Gaza), Jordania e Israel.

  "Considero una gran bendición -dijo el Papa en su discurso- haberme encontrado el año pasado con el Catholicos y Patriarca Supremo de todos los Armenios, Karekin II y con el Catholicos de Cilicia, Aram I. Su visita a la Santa Sede, y los momentos de oración que compartimos, nos han reforzado en la amistad y han confirmado nuestro compromiso por la causa sagrada de la promoción de la unidad de los cristianos".

  Benedicto XVI manifestó su aprecio por el empeño de la Iglesia Apostólica Armenia "en proseguir en el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales, (…) que ha logrado progresos en la superación del peso de malentendidos pasados y ofrece muchas promesas para el futuro. Un particular signo de esperanza es el reciente documento sobre la naturaleza y la misión de la Iglesia, preparado por la Comisión Mixta y presentado a las Iglesias para estudiarlo y valorarlo". En este contexto, el Papa expresó el deseo de que el trabajo de la Comisión "dé frutos abundantes para el crecimiento de la unidad de los cristianos y para la expansión del Evangelio entre los hombres y las mujeres de nuestro tiempo".

  El Santo Padre aseguró que rezaba para que la comunidad armenia de Jerusalén "pueda obtener constantemente nueva vida de las ricas tradiciones y ser confirmada en el testimonio fiel de Jesucristo y en la potencia de su resurrección en esta Ciudad Santa".

  "Os pido a mi vez -terminó- que recéis conmigo para que todos los cristianos de Tierra Santa trabajen juntos con generosidad y entrega, anunciando el Evangelio de nuestra reconciliación en Cristo y el adviento de su Reino de santidad, de justicia y de paz".

  Concluido el encuentro, el Papa regresó a la delegación apostólica de Jerusalén. A continuación tomó el helicóptero que le condujo a Tel Aviv para la ceremonia de despedida en el aeropuerto Ben Gurion.
PV-ISRAEL/ARMENIO APOSTOLICO/JERUSALEN            VIS 20090515 (380)

PAPA SE DESPIDE TIERRA SANTA CON LLAMAMIENTO POR LA PAZ


CIUDAD DEL VATICANO, 15 MAY 2009 (VIS).-El Santo Padre llegó al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv a las 13,30 (hora local), donde le esperaban el presidente del Estado de Israel, Shimon Peres y el primer ministro, Beniamin Netanyahu.

  En su discurso de despedida de Tierra Santa el Papa rememoró sus "fructuosas discusiones con las autoridades civiles, tanto en Israel como en los Territorios Palestinos", y aseguró que había sido "testigo de los grandes esfuerzos de ambos gobiernos para garantizar el bienestar del pueblo".

  También se refirió a sus encuentros con los representantes de la Iglesia Católica y con los de las diversas Iglesias cristianas y comunidades eclesiales, al igual que con los líderes de otras religiones. "Esta tierra -subrayó- es un terreno fértil para el ecumenismo y el diálogo interreligioso y rezo para que la rica variedad de testimonios religiosos en la región fructifiquen en un mayor respeto y entendimiento mutuos".

  Después recordó que el día de su llegada plantó un olivo junto al presidente del Estado, Shimon Peres, en el jardín de la residencia de éste último. "El olivo, como usted sabe -dijo hablando al presidente-, es una imagen que San Pablo utiliza para describir las estrechas relaciones entre cristianos y judíos, (...) ya que la Iglesia de los Gentiles es como un brote de acebuche injertado en un olivo cultivado, que es el Pueblo de la Alianza. Nos nutren las mismas raíces espirituales. Nos encontramos como hermanos, hermanos que a veces en nuestra historia tuvieron una relación tensa, pero que ahora están comprometidos firmemente a construir puentes de amistad duradera".

  Benedicto XVI definió su visita al Memorial Yad Vashem, donde se conmemora a las víctimas del Holocausto, "uno de los momentos más solemnes" de su permanencia en Israel y afirmó que el encuentro con algunos de los supervivientes de la Shoah le hizo recordar su visita hace tres años "al campo de extermino de Auschwitz, donde tantos judíos (...) fueron exterminados brutalmente por un régimen sin Dios que propagaba una ideología de antisemitismo y odio. Ese tremendo capítulo de la historia no debe olvidarse ni negarse jamás. Al contrario, esos oscuros recuerdos deben reforzar nuestra determinación para acercarnos más, como ramas del mismo olivo, nutridos de las mismas raíces y unidos por el amor fraterno".

  "He venido aquí como amigo de los israelíes, al igual que soy amigo del pueblo palestino -puntualizó el Papa-. Los amigos disfrutan cuando están juntos y se entristecen cuando ven que los otros sufren. Ningún amigo de los israelíes ni de los palestinos puede por menos que entristecerse por las continuas tensiones entre vuestros dos pueblos. Ningún amigo puede dejar de llorar por el sufrimiento y las pérdidas de vidas que los israelíes y los palestinos han padecido en las últimas seis décadas".

  "!No más derramamiento de sangre!, ¡No más luchas!, ¡No más terrorismo!, ¡No más guerras! -fue el llamamiento del Santo Padre a las gentes de esas tierras-. Al contrario, rompamos el círculo de la violencia".

  "¡Que se establezca una paz duradera basada en la justicia, que haya auténtica reconciliación y cicatricen las heridas de la sociedad! ¡Que se reconozca universalmente que el Estado de Israel tiene derecho de existir y de disfrutar de paz y seguridad dentro de fronteras internacionalmente reconocidas! ¡Que igualmente se reconozca que el pueblo palestino tiene derecho a una patria independiente y soberana, tiene derecho de vivir con dignidad y desplazarse con libertad! ¡Que la solución de los dos estados sea una realidad  y no un sueño! Y que la paz se difunda en esta tierra, que sea "luz de las naciones" para llevar esperanza a tantas regiones afectadas por conflictos", exclamó el Papa.

  "Una de las cosas más tristes que he visto durante mi visita a estas tierras -señaló- ha sido el muro. Mientras pasaba a su lado, he rezado por un futuro en que los pueblos de Tierra Santa vivan en paz y armonía sin necesidad de esos instrumentos de seguridad y separación, sino respetándose y confiando unos en otros y renunciando a cualquier forma de violencia y agresión".

  "Sé lo difícil que será alcanzar ese objetivo -concluyó el Papa dirigiéndose de nuevo al presidente-. Sé lo difícil que es su tarea y la de la Autoridad Palestina. Pero le garantizo que  mis oraciones y las de los católicos en todo el mundo os acompañan mientras proseguís vuestros esfuerzos para lograr una paz justa y duradera en esta región".

  Finalizado el discurso el Santo Padre se embarcó en el avión, un B777 de El Al, para emprender el viaje de regreso a Roma.
PV-ISRAEL/DESPEDIDA/TEL AVIV                   VIS 20090515 (770) 

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 15 MAY 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró consultores de la Congregación para las Iglesias Orientales al obispo Christo Proykov, exarca apostólico de Sofía para los católicos de rito bizantino-eslavo residentes en Bulgaria y presidente de la Conferencia Episcopal de Bulgaria y al reverendo arcipreste Vasyl Hovera, delegado de este dicasterio para los greco-católicos en Asia Oriental.
NA/…/PROYKOV:HOVERA                            VIS 20090515 (60)
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