CIUDAD DEL VATICANO, 14 ABR 2011 (VIS).-Este mediodía, Benedicto XVI recibió en audiencia a los obispos y a los fieles de la Iglesia Maronita, con ocasión de la comunión eclesiástica acordada a su nuevo patriarca, Su Beatitud Béchara Boutros Raï, el pasado 24 de marzo.
El Papa puso de relieve al inicio de su discurso que esta era la primera visita al Sucesor de Pedro del Patriarca Raî tras su elección a la sede de Antioquía de los Maronitas.
Refiriéndose al Sínodo de Obispos para Oriente Medio (octubre 2010), el Papa subrayó que en aquella ocasión “se recordó muchas veces la urgencia de volver a proponer el Evangelio a las personas que lo conocen poco o que están alejadas de la Iglesia. Con todas las fuerzas vivas presentes en el Líbano y en Oriente Medio, os preocuparéis de anunciar, testimoniar y vivir en la comunión esta Palabra de vida para recuperar el entusiasmo de los primeros cristianos”.
“Esta región del mundo que los patriarcas, los profetas, los apóstoles y el mismo Cristo bendijeron con su presencia y su predicación, aspira a esta paz duradera que la Palabra de Verdad, aceptada y compartida, tiene la capacidad de instaurar”.
Hablando a continuación de la formación de los jóvenes, el Santo Padre expresó el deseo al patriarca de que “su papel en esta tarea sea cada vez más reconocido por la sociedad, de modo que los valores fundamentales se transmitan sin discriminaciones. Que los jóvenes de hoy se conviertan en hombres y mujeres responsables en sus familias y en la sociedad, para construir una mayor solidaridad y una mayor fraternidad entre todos los componentes de la Nación. Transmitid a la juventud mi estima y afecto, recordándoles que la Iglesia y la sociedad necesitan de su entusiasmo y de su esperanza”.
“Por eso -terminó-, os invito a intensificar la formación de los sacerdotes y de los muchos jóvenes a quienes el Señor llama en vuestras eparquías y congregaciones religiosas. ¡Que mediante su enseñanza y su existencia sean auténticos testigos de la Palabra de Dios para ayudar a los fieles a enraizar su vida y su misión en Cristo!”.
AC/ VIS 20110414 (370)
El Papa puso de relieve al inicio de su discurso que esta era la primera visita al Sucesor de Pedro del Patriarca Raî tras su elección a la sede de Antioquía de los Maronitas.
Refiriéndose al Sínodo de Obispos para Oriente Medio (octubre 2010), el Papa subrayó que en aquella ocasión “se recordó muchas veces la urgencia de volver a proponer el Evangelio a las personas que lo conocen poco o que están alejadas de la Iglesia. Con todas las fuerzas vivas presentes en el Líbano y en Oriente Medio, os preocuparéis de anunciar, testimoniar y vivir en la comunión esta Palabra de vida para recuperar el entusiasmo de los primeros cristianos”.
“Esta región del mundo que los patriarcas, los profetas, los apóstoles y el mismo Cristo bendijeron con su presencia y su predicación, aspira a esta paz duradera que la Palabra de Verdad, aceptada y compartida, tiene la capacidad de instaurar”.
Hablando a continuación de la formación de los jóvenes, el Santo Padre expresó el deseo al patriarca de que “su papel en esta tarea sea cada vez más reconocido por la sociedad, de modo que los valores fundamentales se transmitan sin discriminaciones. Que los jóvenes de hoy se conviertan en hombres y mujeres responsables en sus familias y en la sociedad, para construir una mayor solidaridad y una mayor fraternidad entre todos los componentes de la Nación. Transmitid a la juventud mi estima y afecto, recordándoles que la Iglesia y la sociedad necesitan de su entusiasmo y de su esperanza”.
“Por eso -terminó-, os invito a intensificar la formación de los sacerdotes y de los muchos jóvenes a quienes el Señor llama en vuestras eparquías y congregaciones religiosas. ¡Que mediante su enseñanza y su existencia sean auténticos testigos de la Palabra de Dios para ayudar a los fieles a enraizar su vida y su misión en Cristo!”.
AC/ VIS 20110414 (370)
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario