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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 10 de diciembre de 2012

PROCLAMAR A CRISTO EN AMÉRICA HOY

Ciudad del Vaticano, 10 de diciembre (VIS).-Con una celebración eucarística en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro se inauguró ayer tarde el Congreso Internacional Ecclesia in America sobre la Iglesia en el continente americano organizado por la Pontificia Comisión para América Latina y los Caballeros de Colón con la colaboración del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos. El Congreso reflexiona la Asamblea sinodal, convocada por el beato Juan Pablo II entre noviembre y diciembre de 1987 titulada “Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”.

El Santo Padre, que bajó a las 19,00 a la basílica, dirigió un saludo a los participantes, recordando en primer lugar que “el beato Juan Pablo II, tuvo la clarividente intuición de incrementar las relaciones de cooperación entre las Iglesias particulares de toda América, del Norte, del Centro y del Sur, y, a la vez, suscitar una mayor solidaridad entre sus naciones. Hoy dichos propósitos merecen ser retomados con vistas a que el mensaje redentor de Cristo se ponga en práctica con mayor ahínco y produzca abundantes frutos de santidad y renovación eclesial . El tema que guió las reflexiones de aquella Asamblea sinodal puede servir también de inspiración para los trabajos de estos días (...) En efecto, el amor al Señor Jesús y la potencia de su gracia han de arraigar cada vez más intensamente en el corazón de las personas, las familias y las comunidades cristianas de vuestras naciones, para que en éstas se avance con dinamismo por las sendas de la concordia y el justo progreso”.

La Exhortación apostólica “Ecclesia in America” apuntaba ya “a retos y dificultades que en la hora actual siguen presentes con singulares y complejas características. En efecto, el secularismo y diferentes grupos religiosos se expanden por todas las latitudes, dando lugar a numerosas problemáticas. La educación y promoción de una cultura por la vida es una urgencia fundamental ante la difusión de una mentalidad que atenta contra la dignidad de la persona y no favorece ni tutela la institución matrimonial y familiar. ¿Cómo no preocuparse por las dolorosas situaciones de emigración, desarraigo o violencia, especialmente las causadas por la delincuencia organizada, el narcotráfico, la corrupción o el comercio de armamentos? ¿Y qué decir de las lacerantes desigualdades y las bolsas de pobreza provocadas por cuestionables medidas económicas, políticas y sociales?”.

El Papa subrayó que todas esas importantes cuestiones requerían un esmerado estudio, pero que más allá de la evaluación técnica de las mismas “la Iglesia católica tiene la convicción de que la luz para una solución adecuada sólo puede provenir del encuentro con Jesucristo vivo que suscita actitudes y comportamientos cimentados en el amor y la verdad. Ésta es la fuerza decisiva para la transformación del Continente americano (...) El amor de Cristo nos urge a dedicarnos sin reservas a proclamar su nombre en todos los rincones de América, llevándolo con libertad y entusiasmo a los corazones de todos sus habitantes. Por ello es preciso asumir este cometido (...) animando a los sacerdotes, a los diáconos, los consagrados y los agentes de pastoral a purificar y vigorizar cada vez más su vida interior a través del trato sincero con el Señor y la participación digna y asidua en los sacramentos. A esto ayudará una adecuada catequesis y una recta y constante formación doctrinal, con fidelidad total a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia y buscando dar respuesta a los interrogantes y anhelos que anidan en el corazón del hombre (...) Un renovado espíritu misionero y el ardor y generosidad de vuestro compromiso serán una aportación insustituible que la Iglesia universal espera y necesita de la Iglesia en América”, finalizó el pontífice.


ANGELUS: LA ESENCIALIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

Ciudad del Vaticano, 9 de diciembre 2012 (VIS).-Benedicto XVI se asomó a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. El Papa, citando el Evangelio de este segundo domingo de Adviento, ha comentado la figura de San Juan Bautista, que todos los evangelistas colocan al inicio de la actividad de Jesús presentándolo como su precursor , pero de quien San Lucas ofrece una lectura posterior.

Juan, en cuanto hijo de Zacarías e Isabel, ambos de familias sacerdotales -ha explicado el Santo Padre- “no solo es el ultimo de los profetas, sino que representa también al entero sacerdocio de la Antigua Alianza y por lo tanto prepara a los hombres al culto espiritual de la Nueva Alianza, inaugurado por Jesús (...) Juan Bautista se define como la voz de uno que grita en el desierto: 'Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos'. La voz proclama la palabra, pero en este caso la Palabra de Dios la precede, en cuanto ella misma desciende sobre Juan, hijo de Zacarías que estaba en el desierto”.

Por tanto, el papel del Bautista es muy grande “pero siempre en función de Cristo”, ha dicho el Papa recordando las palabras de San Agustín: 'Juan es voz que pasa, Cristo es el Verbo eterno'. Nuestra tarea hoy es la escuchar esa voz para dar espacio y acogida a Jesús en el corazón, Palabra que nos salva. En este Tiempo de Adviento, preparémonos a ver, con los ojos de la fe, en la humilde gruta de Belén, la salvación de Dios. En la sociedad de consumo, que nos tienta buscar la felicidad en la cosas, el Bautista nos enseña a vivir de manera esencial, para que la Navidad no sea solamente una fiesta exterior, sino la fiesta del Hijo de Dios que ha venido a traer a los hombres la paz, la vida y la verdadera felicidad”.

LA POTENCIA DE LA GRACIA ES MAS FUERTE QUE EL MAL

Ciudad del Vaticano, 8 de diciembre 2012 (VIS).-A las 15,45 Benedicto XVI se dirigió a la Plaza de España, en Roma, para el tradicional acto de veneración a la imagen de la Inmaculada, situada en lo alto de una columna frente a la embajada de España ante la Santa Sede.

Durante el trayecto, el Santo Padre se detuvo ante la iglesia de la Santísima Trinidad, donde recibió el saludo de la asociación de comerciantes "Via Condotti". Una vez en la plaza de España, el acto comenzó con una oración, seguida por la lectura de un fragmento del Apocalipsis de San Juan y la ofrenda floral a la imagen de la Virgen. En su discurso el Papa ha reflexionado sobre el Evangelio de esta solemnidad: el Evangelio de la Anunciación.

Benedicto XVI ha hablado en primer lugar del hecho de que el encuentro entre el ángel y María, el momento decisivo en que Dios se hizo hombre, “está envuelto en un gran silencio (...) Lo que es realmente grande a menudo pasa desapercibido y el silencio tranquilo resulta más fecundo que la frenética agitación que caracteriza nuestras ciudades, pero que - con las debidas proporciones- se vivía ya en las ciudades importantes como la Jerusalén de aquella época. Ese activismo que nos vuelve incapaces de detenernos, de estar tranquilos, de escuchar el silencio en el que el Señor nos hace oír su voz discreta”.

El día de la Anunciación, María “estaba recogida y al mismo tiempo abierta a la escucha de Dios. En ella no había obstáculo alguno, ni pared, ni nada que la separase de Dios. Este es el significado de su ser sin pecado original: su relación con Dios está libre de cualquier rasguño, por pequeño que fuera; no hay separación, ni sombra de egoísmo, sino una sintonía perfecta: su corazón humano está perfectamente “centrado” en el gran corazón de Dios (...) Venir aquí, ante este monumento a María, en el centro de Roma, nos recuerda en primer lugar, que la voz de Dios no se reconoce en el clamor y la agitación; su designio en nuestra vida personal y social no se percibe quedándose en la superficie, sino bajando a un nivel más profundo, donde las fuerzas que actúan no son económicas o políticas, sino morales y espirituales. Es allí, donde María nos invita a bajar y a entrar en sintonía con la acción de Dios”.

En segundo lugar la Inmaculada nos dice “que la salvación del mundo no es obra del hombre - de la ciencia, de la tecnología, de la ideología -, sino de la gracia (...) Gracia es Amor en su pureza y belleza; es Dios mismo, tal y como se ha revelado, en la historia de la salvación narrada en la Biblia y cumplida en Jesucristo. María es llamada la 'llena de gracia' y con esta identidad nos recuerda el primado de Dios en nuestra vida y en la historia del mundo; nos recuerda que la potencia del amor de Dios es más fuerte que el mal, puede llenar los vacíos que el egoísmo provoca en la historia de las personas, de las familias, de las naciones, del mundo. Vacíos que pueden convertirse en infiernos, donde la vida humana cae, va hacia la nada, pierde sentido y luz. Las falsas soluciones que ofrece el mundo para llenar esos vacíos (...) en realidad, ensanchan el abismo. Sólo el amor nos puede salvar de esta caída, pero no un amor cualquiera: un amor que encierre la pureza de la Gracia – de Dios que transforma y renueva - y que pueda hinchar los pulmones intoxicados con nuevo oxígeno, con aire limpio, con energía nueva de vida. María nos dice que, por muy en bajo que pueda caer el hombre, nunca cae demasiado en bajo para Dios, que descendió hasta los infiernos; por mucho que nuestro corazón se equivoque, Dios es siempre 'más grande que nuestro corazón'. El soplo suave de la Gracia puede dispersar las nubes más negras, hacer la vida bella y rica de significado incluso en las situaciones más inhumanas”.

Por último la Inmaculada nos recuerda la alegría, “la alegría auténtica que llena el corazón liberado del pecado. El pecado trae consigo una tristeza negativa, que nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos. La Gracia trae la verdadera alegría que no depende de la posesión de las cosas : está radicada en lo más profundo de la persona, y nada ni nadie puede arrebatarla. El cristianismo es esencialmente un 'evangelio', una 'buena noticia', mientras que algunos piensan que es un obstáculo a la alegría, ya que ven en él una serie de prohibiciones y reglas. En realidad, el cristianismo es el anuncio de la victoria de la Gracia sobre el pecado, de la vida sobre la muerte. Y si lleva aparejadas renuncias y disciplina de la mente, del corazón y del comportamiento, es precisamente porque en el hombre hay una raíz venenosa de egoísmo, que le perjudica y perjudica a los demás. Tenemos que aprender, por eso, a decir no a la voz del egoísmo y sí a la del amor auténtico. La alegría de María es plena, porque en su corazón no hay sombra de pecado. Esta alegría coincide con la presencia de Jesús en su vida”.

En este tiempo de Adviento -ha concluido el Papa- María Inmaculada nos enseña a escuchar la voz de Dios que habla en el silencio, a acoger su Gracia que nos libra del pecado y del egoísmo para disfrutar de la alegría verdadera”.

MARIA INMACULADA:CERTEZA DE QUE DIOS NO HA FRACASADO

Ciudad del Vaticano, 8 de diciembre 2012 (VIS).-En el Ángelus de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, Benedicto XVI ha subrayado que María es la Inmaculada “por un don gratuito de la gracia de Dios, que, además, ha encontrado en ella perfecta disponibilidad y colaboración. En este sentido es “bienaventurada” porque “ha creído”, porque ha tenido una fe firme en Dios”.

María, ha proseguido el Santo Padre, representa aquel “ 'resto de Israel' aquella raíz santa que los profetas habían anunciado. En ella encuentran acogida las promesas de la antigua Alianza. En María, la palabra de Dios encuentra escucha, recepción, respuesta; encuentra el “sí”, que le permite encarnarse y venir a habitar entre nosotros. En María la humanidad y la historia se abren realmente a Dios, acogen su gracia, están dispuestas a hacer su voluntad. María es expresión genuina de la Gracia: representa el nuevo Israel, que las Escrituras del Antiguo Testamento describen con el símbolo de la esposa. (...) Los Padres de la Iglesia han desarrollado esta imagen y ,de ese modo, la doctrina de la Inmaculada ha nacido primero en referencia a la Iglesia virgen-madre, y sucesivamente a María”.

La luz que emana de la figura de María también nos ayuda a comprender el verdadero sentido del pecado original. En María, está plenamente viva y operante la relación con Dios que el pecado rompe. En ella no hay ninguna oposición entre Dios y su ser: hay comunión y entendimiento plenos. Hay un “sí” recíproco, de Dios a ella y de ella a Dios. María está libre del pecado porque es toda de Dios (...) Está llena de su Gracia, de su Amor”.

En conclusión, la doctrina de la Inmaculada Concepción de María expresa la certeza de fe que las promesas de Dios se han realizado: su alianza no ha fracasado sino que ha producido una raíz santa, de la cual ha germinado el Fruto bendito de todo el universo, Jesús, el Salvador. La Inmaculada demuestra que la Gracia es capaz de suscitar una respuesta, que la fidelidad de Dios sabe generar una fe verdadera y buena”.

Después de rezar el Ángelus, el Papa ha recordado a las poblaciones de Filipinas sobre las que se ha abatido estos días un violento huracán. Benedicto XVI ha asegurado a todos su cercanía. “Rezo por las víctimas, por sus familias y por los numerosos prófugos. La fe y la caridad fraternales sean la fuerza para afrontar esta puebla tan difícil”.

Por último, el Santo Padre ha saludado a los miembros del Movimiento Cristiano de los Trabajadores, en particular al grupo de oración del Instituto Dermopático de la Inmaculada de Roma,que atraviesa una difícil situación laboral. “Espero -ha dicho- que los problemas a los que se enfrentan diversas instituciones sanitarias católicas se solucionen”.

ACTOS PONTIFICIOS

Ciudad del Vaticano, 10 diciembre 2012 (VIS).-El Santo Padre:

-Ha nombrado a monseñor Pio Vito Pinto como Presidente del Tribunal de Apelación del Estado de la Ciudad del Vaticano. El obispo Pinto era hasta ahora Decano del Tribunal de la Rota Romana.

-Ha aceptado la renuncia del obispo Sergio Pintor al gobierno pastoral de la diócesis de Ozieri (Italia) por límite de edad y ha nombrado al obispo Sebastiano Sanguinetti, hasta ahora de Tempio-Ampurias (Italia). como administrador apostólico “ad nutum Sanctae Sedis” de la misma diócesis.
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