Ciudad
del Vaticano, 20 de enero 2013 (VIS).-El primer milagro de Jesús, la
transformación del agua en vino durante unas bodas en Cana de
Galilea, ha sido el tema de la meditación del Papa antes de rezar el
Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El
Santo Padre ha recordado que durante un matrimonio al que habían
sido invitados Jesús y su madre faltó el vino necesario para los
comensales. María advirtió a su Hijo que le respondió que todavía
no había llegado su hora, pero al final, accedió a la petición de
su madre y, tras hacer que los servidores llenasen seis tinajas con
agua, la convirtió en el mejor vino de todo el banquete. “Con ese
signo Jesús manifestó en público su gloria, suscitando la fe de
sus discípulos (...) y se revela como el Esposo mesiánico, venido a
establecer con su pueblo la alianza nueva y eterna”. En este caso
“el vino es símbolo de alegría y de amor, pero alude también a
la sangre que Jesús derramará al final, para sellar su pacto
nupcial con la humanidad”.
“La
Iglesia -ha proseguido Benedicto XVI- es la esposa de Cristo, que la
vuelve santa y bella con su gracia. Sin embargo, esta esposa formada
por seres humanos, está siempre necesitada de purificación. Y una
de las culpas más graves que afean el rostro de la Iglesia es
aquella contra su unidad visible, en particular las divisiones
históricas que han separado a los cristianos y que todavía no han
sido superadas. En estos días tiene lugar la Semana de oración para
la unidad de los cristianos, un tiempo muy del agrado de los
creyentes y de las comunidades, que despierta el deseo y el
compromiso espiritual para lograr la plena comunión”.
Este
año el tema de esa Semana es “¿Que exige el Señor de nosotros?”,
propuesto por algunas comunidades cristianas de la India que “invitan
a caminar con decisión hacia la unidad visible entre todos los
cristianos y a superar, como hermanos en Cristo, todo tipo de
discriminación injusta”.
“A
la oración por la unidad de los cristianos - ha finalizado el
pontífice- quisiera añadir una vez más la de la paz para que en
los diversos conflictos en curso cesen las matanzas de civiles
inermes, se ponga fin a toda violencia y se encuentre el valor del
diálogo y de la negociación”.
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