LOS ATLETAS NO SON MERCANCÍA Y EL DEPORTE NO SE PUEDE MEDIR SOLO POR PARÁMETROS ECONÓMICOS

Ciudad del Vaticano, 23 noviembre 2013 (VIS).-El lenguaje deportivo es “universal, supera las fronteras, lenguas, razas, religiones e ideologías” y “posee la capacidad de unir a las personas favoreciendo el diálogo y la acogida” ha asegurado el Papa recibiendo esta mañana en la Sala Clementina a los delegados de los Comités Olímpicos Europeos con motivo de su asamblea.

“Los lazos entre la Iglesia y el deporte son una bella realidad que se ha consolidado en el tiempo porque la comunidad eclesial ve en el deporte un instrumento válido para el crecimiento integral de la persona humana. La práctica deportiva, efectivamente, estimula a la sana superación de uno mismo y del propio egoísmo, entrena al espíritu de sacrificio y...favorece la lealtad en las relaciones interpersonales, la amistad y el respeto de las reglas”, ha continuado Francisco, invitando a las instituciones y organizaciones de ese sector a que propongan a las jóvenes generaciones “itinerarios deportivos de formación a la paz, a la compartición y a la convivencia entre los pueblos”.

“Es típico de la actividad deportiva unir y no dividir. También los cinco anillos entrelazados, símbolo y bandera de los Juegos Olímpicos, representan el espíritu de fraternidad que debe caracterizar a la manifestación olímpica y a la competición deportiva en general”, ha observado el pontífice, para subrayar después que “cuando el deporte se considera únicamente según parámetros económicos o del triunfo a cualquier precio, se corre el peligro de reducir a los atletas a mera mercancía de la que sacar beneficio” y “los mismos atletas entran en un mecanismo que los arrolla, perdiendo el sentido verdadero de su actividad...El deporte es armonía pero, si prevalece la búsqueda a toda costa del dinero y del éxito la armonía se rompe”.

“Como dirigentes olímpicos -ha concluido el Papa- estáis llamados a favorecer la función educativa del deporte. Todos somos conscientes de la gran necesidad de formar deportistas rectos, con rigor moral y sentido de responsabilidad”.