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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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sábado, 26 de abril de 2014

EL PAPA RECIBE AL PRIMER MINISTRO DE UCRANIA: COLABORACIÓN DE TODOS EN EL RESTABLECIMIENTO DE LA ESTABILIDAD POLITICA Y SOCIAL DEL PAIS

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- El Primer Ministro de Ucrania, Arseniy Yatsenyuk, ha sido recibido esta mañana en audiencia en el Palacio Apostólico por el Santo Padre Francisco. Sucesivamente se ha encontrado con el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin a quien acompañaba el Secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Dominique Mamberti.

Durante los coloquios, que han transcurrido en un clima de cordialidad y se han desarrollado en el marco de las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Ucrania, se ha hablado de la situación actual, y se ha manifestado el deseo de que todas las partes interesadas colaboren constructivamente en el restablecimiento de la estabilidad política y social del país, en el ámbito del derecho internacional, y promuevan el entendimiento entre los pueblos de la región. Se ha hecho referencia, además,al papel específico que las Iglesias y las organizaciones religiosas, además de cada creyente, están llamadas a desempeñar para favorecer el respeto mutuo y la concordia entre todos los miembros de la sociedad.

Por último, se ha mencionado el tema de las posibles iniciativas ulteriores de la comunidad internacional al respecto.

ROMA SE PREPARA PARA LA CANONIZACIÓN DE LOS DOS PAPAS

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).-La ciudad de Roma acoge estos días a los cientos de miles de fieles que mañana asistirán en la Plaza de San Pedro a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II y en la que estarán presentes delegaciones de más de 100 países y al menos veinticuatro Jefes de Estado.

Ya a lo largo de esta semana la Opera Romana Pellegrinaggi (ORP) ha instalado 19 pantallas gigantes para que los fieles y peregrinos vean la ceremonia de la canonización de los dos Papas tanto en Roma como en Milán. Tres están colocadas en la central Via de los Foros Imperiales, una en el aeropuerto romano de Fiumicino y otra en la Plaza del Duomo de Milán. La mayor parte, sin embargo (nueve) están dislocadas en las calles más cercanas a la Plaza de San Pedro: Via de la Conciliación, Plaza de Pío XII , zona peatonal y jardines de Castel Sant'Angelo. También hay una en la Plaza Navona para los peregrinos de lengua polaca y otra en la Plaza Farnese para los franceses, así como en la basílica de Santa María la Mayor. Hasta el lunes 28 de abril, se transmitirán en seis idiomas noticias y material filmado de ambos pontífices e informaciones de utilidad pública.

Monseñor Liberio Andreatta, vicepresidente de la ORP, comentando este acontecimiento sin precedentes decía : “Nunca en la historia de Roma o en la historia del mundo ha sucedido ésto: dos Papas santos y dos Papas vivos que los han conocido”. De ahí que el calendario de los eventos que lo preceden sea también muy nutrido. Ayer, los peregrinos franceses abrieron su 'Camino de Santidad' que concluye el día 27; un recorrido entre arte y fe que pasa a través de las cinco iglesias con las que cuenta esa comunidad en Roma. Del mismo modo los universitarios que asistirán a la canonización tuvieron una misa en la capilla Santo Tomás de Aquino de la Universidad de Roma Tor Vergata. Y hoy a partir de las 18,00 los fieles bergamascos, la región natal de Juan XXIII, se reunirán en la basílica de San Juan de Letrán, mientras a las 19,00 se abrirá una vigilia de oración en Santa María in Montesanto, '' la iglesia de los artistas'' , en Piazza del Popolo.

A las 21,00 comienza la Noche Blanca de oración. Las iglesias del centro de Roma estarán abiertas para todos los fieles que quieran rezar y confesarse y, en once de ellas (Santa Inés en Agone, San Marcos en el Capitolio, Santa Anastasia, Santísimo Nombre de Jesús, Santa María in Vallicella, San Juan de los Florentinos, San Andrés della Valle, San Bartolomé en la Isla Tiberina, San Ignacio de Loyola en Campo Marzio, las Santísimas Estigmadas, los Doce Apóstoles y la basílica del Sagrado Corazón de Jesús) habrá celebraciones litúrgicas en diversos idiomas. Por su parte, los jóvenes de la Acción Católica se reunirán en la parroquia de Santa María de las Gracias en una vigilia de oración desde las 22,30 del sábado a las 5 de la mañana del domingo 27.

Mañana 100 personas de la ORP y 550 voluntarios de asociaciones católicas estarán a disposición de los presentes en Via de la Conciliación para facilitarles cualquier tipo de información y ocho autobuses, a partir de las cinco de la mañana, llevarán a los alrededores de la Plaza de San Pedro a doscientos sacerdotes y diáconos que distribuirán la Eucaristía junto con 5.000 sacerdotes romanos y 200 seminaristas de la capital y de Bérgamo.

Monseñor Andreatta recuerda también que el acceso a la Plaza de San Pedro es gratis y no se venden entradas. Una advertencia que reitera la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice poniendo en guardia a los fieles de la 'reventa' o de peticiones de dinero por parte de agencias turísticas.
Por su parte el Ayuntamiento de Roma ha elaborado un plan especial de transportes para estos días. Las líneas de metro funcionarán sin interrupción del 26 al 28 de abril, aumentará el número de autobuses, se reforzarán los efectivos de policía y habrá 14 unidades médicas móviles, además de 2.630 voluntarios de la protección civil.

También Internet se suma a estos días especiales. La Oficina de la Postulación del Vicariato de Roma ha creado la 'App' gratuita 'Santo subito'' , disponible en cuatro idiomas, con noticias, mapas, recorridos y libro litúrgico de la ceremonia de canonización, junto con el calendario de todos los eventos programados desde el 25 al 28 de abril.

Los Museos Vaticanos celebran la canonización con una muestra fotográfica titulada “La humildad y el valor” que recoge 120 fotografías de los dos Papas santos. La antología fotográfica, que permanecerá abierta hasta el 19 de julio, está dividida en dos sectores: la primera, completamente en blanco y negro, narra el pontificado de Juan XXIII, mientras que la segunda toda en color presenta el de Juan Pablo II, el más largo del siglo XX.





BIOGRAFIA DE JUAN XXIII

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- El beato Angelo Giuseppe Roncalli nació y fue bautizado el día 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, diócesis y provincia de Bérgamo (Italia). Fue el cuarto de catorce hermanos. Su familia vivía del trabajo de los campos, cultivados en régimen de aparcería. La vida familiar era de tipo patriarcal: dos hermanos con sus respectivas familias vivían bajo un mismo techo guiados por el barba (tío) Zaverio, anciano soltero que gobernaba con sabiduría el trabajo y la marcha de la gran familia. Al tío Zaverio, padrino de bautismo, atribuirá Angelo Roncalli su primera y fundamental formación religiosa: ''Él dio a su ahijado, sin intención de convertirlo en sacerdote, todo cuanto pudría servir con la máxima edificación y eficacia a la preparación no de un simple sacerdote, sino de un Obispo y de un Papa, como la Providencia había querido y decidido'' Así escribirá de él el Papa Juan en 1959. El clima religioso de la familia y la fervorosa vida parroquial, guiada por el párroco don Francesco Rebuzzini, fueron la primera -y fundamental- escuela de vida cristiana, que marcá la fisionomía espiritual de Angelo Roncalli.

Recibió la confirmación y la primera comunión en 1889 y, en 1892, ingresó en el Seminario de Bérgamo, donde estudió hasta el segundo ano de teología y donde empezó a redactar los apuntes espirituales que escribiría hasta el fin de sus días y que han sido recogidos en el Diario del alma. Aquí empezó su practica de la dirección espiritual asidua. El 1 de marzo de 1896 don Luigi Isacchi, director espiritual del Seminario de Bérgamo, lo admitió en la Orden Franciscana Seglar, cuya Regla profesó el 23 de mayo de 1897.

De 1901 a 1905 fue alumno del Pontificio Seminario Romano, gracias a una beca de la diócesis de Bérgamo. En este tiempo hizo, ademas, un año de servicio militar. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1904, en Santa María in Monte Santo, de Piazza del Popolo, en Roma. En 1905 fue nombrado secretario del nuevo Obispo de Bérgamo, Mons. Giacomo Maria Radini Tedeschi. Desempeñó este cargo hasta 1914, acompañando al Obispo en las visitas pastorales y colaborando en múltiples iniciativas pastorales: Sínodo, reacción del Boletín diocesano, peregrinaciones, obras sociales. A la vez era profesor de historia, patrología y apologética en el Seminario, asistente de la Acción Católica femenina, colaborador en el diario católico de Bérgamo y predicador muy solicitado por su elocuencia elegante, profunda y eficaz.

Aquellos años fueron, además, el tiempo de un profundo encuentro espiritual con los grandes pastores: san Carlos Borromeo (de quien publicó las Actas de la visita apostólica realizada a la diócesis de Bérgamo en 1575) y san Francisco de Sales. Fueron los años del gran aliento pastoral, aprendido viviendo junto a ''su'' Obispo Mons. Radini Tedeschi. ''Él sí que era digno de ser Papa'', anotará Juan XXIII en su diario. Tras la muerte del Obispo, en 1914, don Angelo prosiguió su ministerio sacerdotal dedicado a la docencia en el Seminario y a varias ramas de la pastoral, sobre todo asociativa.

En 1915, cuando Italia entró en guerra, fue llamado como sargento sanitario y nombrado capellán militar de los soldados heridos que regresaban del frente. Al final de la guerra abrió la ''Casa del Estudiante'' y trabajó en la pastoral de estudiantes.

En 1919 fue nombrado Director espiritual del Seminario. En 1921 empezó la segunda parte de la vida de don Angelo Roncalli, dedicada al servicio de la Santa Sede. Llamado a Roma por Benedicto XV como Presidente de Italia del Consejo Central de las Obras Pontificias para la Propagación de la Fe, recorrió muchas diócesis de Italia organizando Círculos de Misiones. En 1925 Pio XI lo nombró Visitador Apostólico para Bulgaria y lo elevó al episcopado con el título de Areopoli. Su lema episcopal, programa que le acompañó durante toda la vida, era: ''Oboedientia et pax''.

Marchó a Bulgaria tras ser ordenado Obispo el 19 de marzo de 1925 en Roma. Nombrado Delegado Apostólico, permaneció en Bulgaria hasta 1935. Visitó las comunidades católicas y tejió relaciones respetuosas con las otras comunidades cristianas. Actuó con caritativa solicitud aliviando los sufrimientos causados por el terremoto de 1928. Sobrellevó en silencio las incomprensiones y dificultades de un ministerio marcado por la marginalidad. Afinó su confianza y entrega en Jesús crucificado.

En 1935 fue nombrado Delegado Apostólico en Turquía y Grecia. Era un vasto campo de trabajo. La Iglesia católica tenía una presencia activa en muchos ámbitos de la joven república, que se estaba renovando y organizando. Mons. Angelo trabajó con intensidad al servicio de los católicos y se destacó por su dialogo y talante respetuoso con el mundo ortodoxo y con el mundo musulmán. Al estallar la II Guerra Mundial se hallaba en Grecia, que fue devastada por los combates. Procuró dar noticias sobre los prisioneros de guerra y salvó a muchos hebreos con el ''Visado de tránsito'' de la Delegación Apostólica. En diciembre de 1944 Pio XII le nombró Nuncio Apostólico en París.

Durante los últimos meses de la guerra y los primeros de paz ayudó a lo prisioneros de guerra y trabajó en la normalización de la vida eclesiástica de Francia. Visitó los grandes santuarios franceses y participó en las fiestas populares y en las manifestaciones religiosas más significativas. Fue un observador atento, prudente y lleno de confianza en las nuevas iniciativas pastorales del episcopado y del clero de Francia. Se distinguió siempre por su búsqueda de la sencillez evangélica, incluso en los asuntos diplomáticos más intrincados. Procuró ser sacerdote en todas las situaciones. Lo animaba una piedad sincera que se transformaba todos los días en prolongado tiempo de oración y de meditación. En 1953 fue creado Cardenal y enviado a Venecia como Patriarca. Le lleno de alegría poder dedicar sus últimos años al ministerio directo pastoral, deseo que lo acompañó a lo largo de toda su vida sacerdotal. Y fue un pastor sabio y emprendedor, a ejemplo de los santos pastores a quienes siempre había venerado, a ejemplo de san Lorenzo Giustiniani, primer patriarca de Venecia. Al tiempo que avanzaba su edad, aumentaba su confianza en el Señor, entregado a una laboriosidad pastoral activa, emprendedora y gozosa.

A la muerte de Pio XII, fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, con el nombre de Juan XXIII. Su pontificado, que duró menos de cinco años, lo presentó al mundo como una auténtica imagen del Buen Pastor. Manso y atento, emprendedor y valiente, sencillo y activo practicó cristianamente las obras corporales y espirituales de misericordia, visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a hombres de todas las naciones y credos y cultivando un exquisito sentimiento de paternidad hacia todos. Su magisterio, sobre todo sus encíclicas Pacem in terris y Mater et magistra, fue muy apreciado.

Convocó el Sínodo Romano, instituyó una Comisión para la revisión del Código de Derecho Canónico y convocó el Concilio Ecuménico Vaticano II. Visitó muchas parroquias de su diócesis de Roma, sobre todo las de los barrios nuevos. La gente vio en él un rayo de la bondad de Dios y lo llamó ''el Papa de la bondad'' Lo sostenía un profundo espíritu de oración. Su persona, iniciadora de una gran renovación en la Iglesia, irradiaba la paz propia de quien confía siempre en el Señor. Falleció el 3 de junio de 1963, por la tarde, en un profundo espíritu de abandono en Jesús, deseoso de su abrazo y rodeado de la oración cordial del mundo, que parecía haberse parado para recogerse en tomo a él y respirar con él el amor del Padre.
Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000. Su fiesta litúrgica quedó fijada el 11 de octubre, día de la apertura del Concilio Vaticano II.

En la homilía Juan Pablo II lo recordó así: ''Contemplamos hoy en la gloria del Señor a otro Pontífice, Juan XXIII, el Papa que conmovió al mundo por la afabilidad de su trato, que reflejaba la singular bondad de su corazón. Los designios divinos han querido que esta beatificación uniera a dos Papas que vivieron en épocas históricas muy diferentes, pero que están unidos, más allá de las apariencias, por muchas semejanzas en el plano humano y espiritual. Es muy conocida la profunda veneración que el Papa Juan XXIII sentía por Pío IX, cuya beatificación deseaba. Durante un retiro espiritual, en 1959, escribió en su Diario: "Pienso siempre en Pío IX, de santa y gloriosa memoria, e, imitándolo en sus sacrificios, quisiera ser digno de celebrar su canonización" (Diario del alma, p. 560)''

''Ha quedado en el recuerdo de todos la imagen del rostro sonriente del Papa Juan y de sus brazos abiertos para abrazar al mundo entero. ¡Cuántas personas han sido conquistadas por la sencillez de su corazón, unida a una amplia experiencia de hombres y cosas! Ciertamente la ráfaga de novedad que aportó no se refería a la doctrina, sino más bien al modo de exponerla; era nuevo su modo de hablar y actuar, y era nueva la simpatía con que se acercaba a las personas comunes y a los poderosos de la tierra. Con ese espíritu convocó el concilio ecuménico Vaticano II, con el que inició una nueva página en la historia de la Iglesia: los cristianos se sintieron llamados a anunciar el Evangelio con renovada valentía y con mayor atención a los "signos" de los tiempos''.

''Realmente, el Concilio fue una intuición profética de este anciano Pontífice, que inauguró, entre muchas dificultades, un tiempo de esperanza para los cristianos y para la humanidad''.

''En los últimos momentos de su existencia terrena, confió a la Iglesia su testamento: "Lo que más vale en la vida es Jesucristo bendito, su santa Iglesia, su Evangelio, la verdad y la bondad". También nosotros queremos recoger hoy este testamento, a la vez que damos gracias a Dios por habérnoslo dado como Pastor''.

BIOGRAFIA DE JUAN PABLO II

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del ''Teatro Rapsódico'', también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada ''Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler''. Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.

El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.

Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.

Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años

Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la ''sollicitudo omnium Ecclesiarum'' y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.

Juan Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.

Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la renovación espiritual de la Iglesia.

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.

Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno ''in pectore'', cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).
Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas,11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.

Publicó también cinco libros como doctor privado: ''Cruzando el umbral de la esperanza'' (octubre de 1994);''Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal'' (noviembre de 1996); ''Tríptico romano - Meditaciones'', libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

Fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011, que en su homilía lo recordó así:

''Hoy resplandece ante nuestros ojos, bajo la plena luz espiritual de Cristo resucitado, la figura amada y venerada de Juan Pablo II. Hoy, su nombre se añade a la multitud de santos y beatos que él proclamó durante sus casi 27 años de pontificado, recordando con fuerza la vocación universal a la medida alta de la vida cristiana, a la santidad, como afirma la Constitución conciliar sobre la Iglesia Lumen gentium''.

''El nuevo Beato escribió en su testamento: ''Cuando, en el día 16 de octubre de 1978, el cónclave de los cardenales escogió a Juan Pablo II, el primado de Polonia, cardenal Stefan Wyszy½ski, me dijo: ''La tarea del nuevo Papa consistirá en introducir a la Iglesia en el tercer milenio''. Y añadía: ''Deseo expresar una vez más gratitud al Espíritu Santo por el gran don del Concilio Vaticano II, con respecto al cual, junto con la Iglesia entera, y en especial con todo el Episcopado, me siento en deuda. Estoy convencido de que durante mucho tiempo aún las nuevas generaciones podrán recurrir a las riquezas que este Concilio del siglo XX nos ha regalado. Como obispo que participó en el acontecimiento conciliar desde el primer día hasta el último, deseo confiar este gran patrimonio a todos los que están y estarán llamados a aplicarlo. Por mi parte, doy las gracias al eterno Pastor, que me ha permitido estar al servicio de esta grandísima causa a lo largo de todos los años de mi pontificado''. ¿Y cuál es esta ''causa''? Es la misma que Juan Pablo II anunció en su primera Misa solemne en la Plaza de San Pedro, con las memorables palabras: ''(No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!''. Aquello que el Papa recién elegido pedía a todos, él mismo lo llevó a cabo en primera persona: abrió a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante, fuerza que le venía de Dios, una tendencia que podía parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de una gran humanidad, este hijo ejemplar de la Nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: ayudó a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad. Más en síntesis todavía: nos devolvió la fuerza de creer en Cristo, porque Cristo es Redemptor hominis, Redentor del hombre: el tema de su primera Encíclica e hilo conductor de todas las demás''.

''Karol Wojtyla subió al solio de Pedro llevando consigo la profunda reflexión sobre la confrontación entre el marxismo y el cristianismo, centrada en el hombre. Su mensaje fue éste: el hombre es el camino de la Iglesia, y Cristo es el camino del hombre. Con este mensaje, que es la gran herencia del Concilio Vaticano II y de su ''timonel'', el Siervo de Dios el Papa Pablo VI, Juan Pablo II condujo al Pueblo de Dios a atravesar el umbral del Tercer Milenio, que gracias precisamente a Cristo él pudo llamar ''umbral de la esperanza''. Sí, él, a través del largo camino de preparación para el Gran Jubileo, dio al cristianismo una renovada orientación hacia el futuro, el futuro de Dios, trascendente respecto a la historia, pero que incide también en la historia. Aquella carga de esperanza que en cierta manera se le dio al marxismo y a la ideología del progreso, él la reivindicó legítimamente para el cristianismo, restituyéndole la fisonomía auténtica de la esperanza, de vivir en la historia con un espíritu de ''adviento'', con una existencia personal y comunitaria orientada a Cristo, plenitud del hombre y cumplimiento de su anhelo de justicia y de paz''.

AUDIENCIAS

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).-El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencias separadas:

-Juan Orlando Hernández Alvarado, Presidente de Honduras, con la consorte y séquito.

-Sus Majestades el Rey Alberto II y la Reina Paola de Bélgica acompañados por su séquito. 
 
-Bronisław Komorowski, presidente de la República de Polonia con la consorte y séquito.

Ayer el Santo Padre recibió a Salvador Sánchez Cerén, presidente electo de la República de El Salvador, con la consorte y séquito.

EL CARDENAL TAURAN ENVIADO ESPECIAL AL SANTUARIO DE SAN AGUSTIN DE HIPONA

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).-Se publica hoy la carta, fechada el 21 de marzoy escrita en latín, en la que el Santo Padre nombra al cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso como su enviado especial a la consagración del santuario de San Agustín de Hipona (recientemente restaurado) en el centenario de su elevación a basílica que tendrá lugar en Annaba (Argelia) el 2 de mayo de 2014. La misión que acompaña al cardenal está formada por monseñor Christian Mauvais, vicario general del la archidiócesis de Argel y por el sacerdote Michel Guillaud, de la diócesis de Constantine/Hippone.

ACTOS PONTIFICIOS

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).-El santo Padre ha aceptado la renuncia del obispo Sotero Phamo al gobierno pastoral de Loikaw, en Myanmar, en conformidad con el canon 401, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico, y ha nombrado al obispo Stephen Tjephe, auxiliar de Loikaw, como Administrador Apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la misma diócesis.
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